Luego de analizar la situación actual de la zona donde encalló un buque, la Dirección General Marítima en Barranquilla decidió reanudar las operaciones portuarias en la capital del Atlántico, pero con algunas restricciones para garantizar una operatividad segura a las embarcaciones que deban zarpar.
La decisión se tomó después de que un equipo técnico de la Capitanía de Puerto y de los pilotos prácticos revisara las condiciones del oleaje, los vientos, el punto del encallamiento y las características de los barcos que permanecían en los puertos (eslora, calado y tipo de carga).
Es así como desde las primeras horas de la mañana de este lunes comenzaron las operaciones de zarpe de cuatro embarcaciones. La primera de ellas fue la motonave ’Calypso’, con destino a Santa Marta. En el transcurso del día se realizaron otras tres operaciones de zarpe con estricto seguimiento y control por parte de la Dimar.
Con relación a las operaciones de ingreso, el capitán de Puerto de Barranquilla, Carlos Urbano, informó que también se están analizando la operación para la llegada de los buques que están en espera.
En este caso, según el capitán Urbano, dentro del análisis se está considerando que el buque encallado no quedó sobre el canal, pero su ubicación sí afecta la maniobra de viraje de las embarcaciones que deben ingresar al puerto. Igualmente, se estudia la afectación que podría tener el buque encallado por el oleaje que se produzca durante el tránsito de las embarcaciones.
'Esperamos en el día de mañana (martes) iniciar las operaciones de ingreso; tenemos dos o tres embarcaciones de unos 8 metros de calado. En este momento, no está el canal como tal con alguna afectación (tiene 9,8 de calado); sin embargo, las dimensiones del buque sí nos representan algunos riesgos porque -entre más grande y más pesado- nos genera más olas y tendrá menos espacio para maniobrar. Esto es lo que se está analizando para que la maniobra se realice sin problemas', explicó el capitán Urbano.
Reflote del buque
Con relación al buque encallado, el capitán de Fragata Carlos Urbano informó que el domingo se hizo una inspección a los tanques, para evaluar el daño registrado. De acuerdo con el capitán, presenta afectación en la popa.
Ante esta situación, a bordo del buque hay un personal de la compañía de salvamento, de pilotos prácticos, un inspector y la tripulación, quienes se encargan de hacerle seguimiento a las condiciones de la embarcación para verificar los daños.
'No se puede hacer una operación inmediata de desencallamiento porque puede sufrir más, puesto que está en una zona rocosa, a diferencia de la margen oriental que se caracteriza por tener arena. En la zona donde está la maniobra se debe hacer diferente', explicó el capitán.
Asimismo informó que mañana estará llegando un personal especializado para que la operación de reflote se haga al finalizar esta semana. Posteriormente, el buque se llevará a una zona más segura para hacer las reparaciones iniciales, que permitan luego conducirlo hasta un astillero.