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Cuando John Fredy Torres abrió sus ojos, se encontró con un ambiente desconocido. A su alrededor solo se divisaban unos aparatos médicos. Mientras trataba de reconocer el lugar un médico entró al frío cubículo de cuidados intensivos en el que se encontraba y lo felicitó.

'Eres un milagro de Dios', ese fue el mensaje que el profesional de la medicina le dio al hombre de 56 años, puesto que contra todo pronóstico logró recuperarse y salir victorioso de la lucha que por más de 43 días libró contra la COVID-19. 

La batalla de John Freddy empezó a finales de marzo, pocos días antes de que empezara la cuarentena. En ese momento, sintió los primeros síntomas relacionados con la enigmática enfermedad. Aunque pensó que se trataba de una fuerte gripa, decidió trasladarse hasta una clínica de la ciudad en busca de ayuda médica.

Aunque los primeros dictámenes médicos hablaban de bronquitis o dengue, se descartaron con el pasar de las horas debido a las complicaciones que su estado de salud empezó a tener, al punto que tuvo que ser trasladado a otra clínica.

'En este lugar, los médicos empezaron a considerar la posibilidad de que me había contagiado con COVID-19. Mi estado de salud siguió empeorándose, por lo que tuvieron que intubarme. De esos días no tengo recuerdo alguno, pero sé que fueron momentos muy difíciles para mí y mi familia', recordó el hombre, quien se dedica a la reparación de electrodomésticos.

Aunque la COVID-19 ha dejado secuelas en su cuerpo, como la pérdida de peso y algunas lagunas mentales, agradece a Dios por la oportunidad de seguir con vida y llevar un mensaje de esperanza en medio del agitado panorama que se vive en todo el planeta por la rápida propagación de esa enfermedad.