En Barranquilla, el ‘semáforo’ cambió. En la mañana de este viernes, el alcalde Jaime Pumarejo Heins dio por terminada la alerta hospitalaria naranja y mantuvo la alerta amarilla ante la emergencia sanitaria que se vive por la COVID-19.
El actual nivel de ocupación de camas UCI motivó la decisión de la administración distrital, puesto que permitirá que el sistema hospitalario opere bajo alerta amarilla y así liberar unidades de cuidados intensivos para atender otras patologías.
'Esto no significa que vamos a bajar la guardia. Por el contrario, ahora vamos a estar más vigilantes de todo el sistema, de sus indicadores y de mantener el autocuidado. Nos costó mucho bajar estos indicadores y no vamos a permitir que vuelvan a subir', sostuvo.
Pumarejo también ratificó que la reapertura económica será 'gradual, segura y responsable' en la ciudad, para evitar un repunte en los indicadores.
'Si bien somos optimistas frente a las cifras que hoy registramos, aquí no hay nada escrito. Hasta tanto no podamos declarar a la ciudad libre de COVID-19 o aparezca la vacuna nos mantendremos de pie, librando esta batalla incesante', agregó el mandatario distrital.
A su turno, Juan José Márquez, presidente del Capítulo Caribe de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI), sostuvo que estas medidas se han tomado de acuerdo con el actual panorama de la ciudad.
El especialista sostuvo que el cambio de alerta hospitalaria permitirá 'poder dedicarnos a algunas enfermedades crónicas que se han podido descuidar un poco'.
Por último, Márquez expuso que 'se seguirá haciendo seguimiento al comportamiento del virus' para determinar las acciones a futuro.