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La imposibilidad de brindarles un último adiós a José Muñoz y Marilyn Pérez ha acrecentado la aflicción en que se han sumido sus allegados desde el momento en que se descubrió el intercambio de cadáveres que se presentó en el interior de la Clínica El Prado.

Aunque ha transcurrido un mes, en el seno de las familias Muñoz y Pérez sigue intacto el dolor por la partida de sus seres queridos, quienes no lograron salir bien librados de la batalla contra aquel enemigo invisible que acecha a la humanidad.

Al otro lado del teléfono, en la voz de Gonzalo Muñoz aún se refleja la incertidumbre que lo embarga ante la falta de respuestas ante los constantes cuestionamientos sobre el paradero del cuerpo de su padre.

'Estamos viviendo un gran drama porque no hemos podido despedir a mi papá. Muchas veces no he podido dormir, pensando en toda esta situación. Sin duda, ha sido un duro golpe emocional', expone el joven en diálogo con EL HERALDO.

En medio del duelo que ha tratado de vivir esta familia, aun cuando no ha podido despedirse de los restos de su progenitor, dos de sus integrantes –entre ellos, Gonzalo– fueron diagnosticados con coronavirus, lo que intensificó la intranquilidad.

'Esto ha hecho más difícil toda esta situación, ni un abrazo hemos podido darnos. Durante casi un mes estuve resguardado en mi cuarto y toda esta situación ha dado vueltas en mi cabeza', agrega.

Durante ese tiempo, agrega Gonzalo, el recuerdo de su padre estuvo presente en su mente: 'Siempre recuerdo su gusto por el tenis y el ajedrez, también le gustaba leer mucho. Gracias a él, mi hermana y yo pudimos obtener grandes triunfos en el tenis a nivel nacional y universitario. Todo esto ha sido difícil, ha sido imposible cerrar este ciclo'.

A pesar de todo, sostiene que no abandonarán esta lucha hasta que puedan encontrar los despojos mortales de su padre y constatar que se encuentra descansando en paz.

'La clínica dice que el cuerpo de mi papá está en la bóveda donde inicialmente habían enterrado a Orlando Carrillo. Sin embargo, no hay una prueba que así lo demuestre. Esta tristeza no la vamos a superar, pero seguiremos en la lucha para que el cadáver aparezca', indica.

Además, explica que junto a la familia Pérez han emprendido un sinnúmero de acciones en búsqueda de justicia: 'Seguimos en la lucha para que los cuerpos aparezcan. Queremos que haya justicia y podamos despedir a nuestros familiares en el menor tiempo posible'.

A la espera

En el hogar de los Pérez se siente la ausencia de Marilyn. A diario, sus padres preguntan por el paradero de su cuerpo y con paciencia esperan el momento en que puedan poder despedirse de su hija.

'Estamos viviendo un doble dolor. Mis padres están muy afectados emocionalmente y ya están reflejando toda esta incertidumbre en su salud. Nosotros no queremos que hayan más fallecidos en nuestra familia', asegura Eliana Pérez, una de las hermanas de Marilyn.

En su lugar de trabajo, la sede 13 de Julio del Hospital Materno Infantil del municipio de Soledad, sus compañeros quedaron a la espera de brindarle una sentida despedida a esta enfermera, a quien recuerdan como una persona entregada a su profesión.

Sigue la investigación. En medio de todo este drama también estuvieron inmersas las familias de Javier José García Muñoz y Orlando Carrillo, cuyos restos mortales fueron encontrados en la morgue pese a que sus familiares creían que ya los habían sepultado.