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El arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas bendijo la entrada principal de la Catedral Metropolitana María Reina para dar apertura de manera oficial a los templos de la ciudad.

'Tras largos días nos volvemos a encontrar, reiniciamos nuestras celebraciones comunitarias para que Dios con su amor bondadoso nos ayude hacer la familia santa que quiere celebrar los sacramentos que alimentan y sostienen nuestra fe. Dispongámonos para esta nueva etapa', de esa manera monseñor dio inicio a la primera misa, luego de completar más cinco meses sin oficializar una eucaristía con la presencia de feligreses.

En la catedral se habilitaron solo 24 bancas que fueron compartidas por dos personas. En cada esquina se ubicó un feligrés.