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Muchas de las personas que incurren en las construcciones ilegales suelen cometer este error por falta de conocimiento y asesoría.

En el sur de Barranquilla se dio el caso de una obra en propiedad horizontal que las autoridades ordenaron derribar por incumplir con las normas exigidas.

EL HERALDO recorrió varios puntos de la ciudad —entre esos el mencionado anteriormente– y encontró que son muchas las familias que decidieron ampliar sus viviendas sin consultar a un experto.

Robert Arias, habitante de la Ciudadela 20 de Julio, y quien construyó una terraza en el segundo piso donde vive hace más de tres años, aseguró que no sabía que necesitaba una autorización para la ejecución de la obra, ni tenía conocimiento de las normas.

Reconoció que son muchos los vecinos de los bloques que modifican sus propiedades con asesoría de un constructor contratista, el cual les asegura tener los permisos para levantar las estructuras, razón por la que acceden. 'Es un contratista, la mayoría de los que hacen acá las construcciones son contratistas. No sabíamos lo de las leyes que hay (…) y como en todo lo que es la Ciudadela, la mayoría —si te pones a recorrer— todos han mandado a hacer balcones', reiteró.

Arias aseguró que 'en ningún momento' funcionarios de la Alcaldía o alguna autoridad se acercaron a decirles que no estaba permitido lo que estaban haciendo.

Luego de tener conocimiento de lo ocurrido — con el balcón mandado a demoler— y al preguntarle qué haría en caso de que a su vivienda llegaran exigiendo el mismo final, dijo: 'Si se acercan, ya lo hecho, hecho está. Ya no podemos hacer nada', señaló.

Así como él, hay más ciudadanos ‘en sus zapatos’. Sobre el caso, Silvia Padilla, presidente de la Lonja de Propiedad Horizontal, aseguró que hace 19 años vienen denunciando violaciones a la infraestructura urbanística, y no solamente en la propiedad horizontal, sino a nivel de ciudad.

Padilla explicó que en el régimen de propiedad horizontal existen normas urbanísticas sobre qué sí está permitido y qué no está permitido hacer.

Retiros naturales, cajas de aire, patios de carácter común, fachadas que son parte de edificios, entre otros, no pueden ser alterados y no se puede construir porque se estaría violando urbanísticamente las normas.

'La gente no entiende. Adueñarse de un parqueadero o construir pegado a un edificio está mal y eso se ve a menudo en Barranquilla. Yo creo que falta más supervisión y más veeduría de parte de las oficinas encargadas', señaló la presidente de la Lonja de Propiedad Horizontal.

La directiva informó que en un mes pueden recibir entre 30 y 40 quejas, la mayoría son de los edificios de interés social, ya que las personas también suelen hacer adecuaciones para ‘montar’ tiendas, iglesias, entre otras actividades comerciales.

Por su parte, Porfirio Ospino, especialista en urbanismo, también coincidió en que la problemática es consecuencia de la falta de control por parte de las autoridades.

Asegura que las personas comienzan a incumplir con las reglas, desde acciones mínimas como romper una pared para colocar una ventana hasta colocar techos de eternit para ampliar el espacio del apartamento, al no recibir una sanción o llamado correspondiente.

Con preocupación, Ospino indicó que las adiciones realizadas por las personas representan un peligro no solo para quien habita la vivienda, sino también para las personas que transitan por el lugar, ya que se podría presentar un colapso de la estructura.

Aseguró que las edificaciones están calculadas para un peso específico y al tomar estas acciones debilita la infraestructura.