Este lunes, Asoportuaria informó que buques con calado de 8 metros no podrán ingresar al Puerto de Barranquilla.
'En un mes con una reducción de tráfico del 22%. Mientras tanto la draga trabaja a medias con rendimientos muy bajos', dijo Asoportuaria, a través de su cuenta de Twitter.
La información fue revelada, luego de que la Capitanía de Puerto advirtiera al gremio marítimo y fluvial sobre las condiciones batimétricas del Puerto.
El representante a la Cámara, César Lorduy, se pronunció ante los hechos y dijo que 'con un calado de 8 metros la zona portuaria prácticamente está cerrada, lo que obviamente generará toda clase de perjuicios en contra de la ciudad'.
Lorduy lanzó un SOS argumentando que el puerto y toda la cadena asociada a esa actividad, genera miles de empleos, incluyendo a las empresas que reciben y producen la carga. 'Un puerto anticompetitivo y costoso pone en riesgo la llegada de líneas regulares de contenedores, afectando a múltiples importadores y exportadores, que producen o reciben esa carga'.
Asimismo, el senador Efraín Cepeda, aseguró que la operación portuaria es vital para la recuperación económica que se requiere. 'Un 22% de reducción de tráfico representa pérdidas millonarias y un duro golpe a la competitividad. El nuevo contrato a adjudicar en el 2021 debe ser por calado. Se debe exigir cumplimiento'.
En los mismos términos coincidió el director de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) seccional Norte, Héctor Carbonell, quien tildó de 'compleja' la situación por lo que significa para la competitividad de Barranquilla, sobre todo en época de fin de año.
Finalmente Cormagdalena dijo que la draga Hang Jun 5001 trabajó hasta el viernes en el sector de Bocas de Ceniza, donde se presentaron problemas de alta sedimentación. El sábado se detuvo para hacer el proceso de abastecimiento de combustible y este domingo retomó los trabajos entre los kilómetros 10 y 12, otro punto crítico de alta sedimentación.
La corporación espera que en los próximos días se restablezcan las condiciones en el Puerto de Barranquilla.
El pasado mes de noviembre los gremios de la ciudad manifestaron su preocupación por la inestabilidad en el canal navegable y le exigieron al Gobierno nacional cumplir con su obligación de mantener en condiciones óptimas la operación portuaria, que incluye la recuperación de los tajamares y del dique direccional.
Indicaron que desde marzo el canal navegable no ha tenido condiciones que permitan, de manera sostenible, un calado de 10,20 metros, razón por la que 12 embarcaciones programadas para ingresar a las distintas terminales debieron ser desviadas a puertos vecinos.
