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Preocupación, miedo e intranquilidad. Esas son las sensaciones que durante varias semanas han embargado a Virginia De la Hoz a causa de las afectaciones que la pandemia ha originado en su diario vivir.

Para esta mujer de 51 años, quien reside en el barrio El Edén, una de las principales dificultades que atravesó durante la cuarentena fue la falta de un hombro en el cual poder desahogarse y encontrar una palabra de aliento en medio del convulsionado ambiente que se vivía en la ciudad.

'He pasado por muchos momentos difíciles. He andado muy depresiva, a veces no sabemos qué hacer ni dónde acudir, ni quién realmente nos puede ayudar', aseguró De la Hoz, quien por una casualidad descubrió el Punto de Vacuna Emocional que se encuentra ubicado en el Paso La Pradera.

En este espacio, Virginia recibió una primera orientación por parte de un grupo de profesionales que le han ayudado a descargar el peso emocional que ha causado la Covid-19, ayudándola a encontrar soluciones a las preocupaciones que la agobian.

'Es una buena iniciativa, porque podemos acudir con personas que nos ayudan emocionalmente. Por nuestra mente a veces pueden cruzarse tantos pensamientos que te terminan agobiando', expresó De la Hoz.

Hasta este mismo punto de atención gratuita en salud mental arribó Pedro Padilla, con la intención de educarse en hábitos de vida saludable.

'Yo vine para conocer la información y así poder brindarle ayuda a un amigo o familiar que está pasando un momento difícil', expuso el joven.

La estrategia

En alianza con el Centro Terapéutico Reencontrarse, el Distrito puso en marcha la estrategia Puntos de Vacunación Emocional para mitigar las afecciones psicológicas y cuidar la salud mental de los habitantes de la capital del Atlántico.

'Tras revisar el comportamiento de la salud mental en la ciudad, decidimos llegar a la gente. Muchas personas no van a las consultas por temores o desconocimiento', aseguró Ligia Oviedo, jefa de Salud Pública de Barranquilla.

La funcionaria explicó que cada uno de estos puntos de vacunación –que fueron habilitados en las cinco localidades– cuenta con una psicóloga, una trabajadora social y un auxiliar de punto, así como de un psiquiatra.

'En estas jornadas hemos podido identificar mucha incertidumbre por el futuro entre la ciudadanía; también es común encontrar personas preocupadas por temas económicos y laborales, en medio de este año tan difícil', agregó Oviedo.

A su turno, Silvana Puello, primera dama del Distrito, indicó que esta estrategia 'fue pensada para impactar directamente la prevención de la aparición de los trastornos mentales' en la ciudadanía.

Mientras que Juan Isaac Llanos, director científico del Centro Terapéutico Reencontrarse, expuso que a través de estas intervenciones se busca desestimar el tabú que existe alrededor de asistir a un psicólogo o psiquiatra, especialmente en la actual coyuntura.

'Estos profesionales nos ayudan a controlar la parte emocional que tenemos. Nuestra misión es orientar a las personas cuando necesitan ayuda', expresó.

Por su parte, Alexandra Armenta, una de las psicólogas que apoya la atención de pacientes en uno de los Punto de Vacuna Emocional, indicó que la ciudadanía ha acogido esta estrategia a lo largo y ancho de la ciudad: 'Las personas al principio se mostraron un poco apáticos, pero la participación ha sido muy positiva'.