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Seis puntos son considerados los más ruidosos en Barranquilla, aun estando bajo restricciones por la pandemia generada por la Covid-19.

Barranquilla Verde, la autoridad ambiental encargada de este tema, dio a conocer que contrataron los servicios de una empresa consultora para realizar un mapa de ruido en la ciudad. Este estudio se desarrolló luego de establecer una grilla con 150 puntos de medición que abarcan las cinco localidades del Distrito.

Indicaron que los lugares donde los niveles de ruido superan los estándares máximos permisibles son la calle 84, la calle 30, la Vía 40, la avenida Circunvalar y el sector del centro, sectores en los que la mayor fuente de emisión es el tránsito vehicular, y en el caso de la calle 84 el ruido es ocasionado por los establecimientos comerciales nocturnos.

Edwin Vargas, un ciudadano que frecuenta el Centro, dice que en la zona se dificulta la comunicación, ya que con la 'bulla', generada por el tráfico y sumada a los altoparlantes de los sitios de comercio 'no se puede hablar'.

Por su parte, Carlos Ortega, un comerciante que frecuenta la zona, señala que el ruido se ha incrementado desde que se levantaron las restricciones de circulación por la ciudad.  

'Esto afecta porque uno quiere hacer sus compras tranquilo, pero el ruido no deja', agregó.

Eddy Joanna Guzmán, quien se encontraba con su hijo haciendo compras, hizo un llamado a las autoridades correspondientes a tomar medidas para que realicen mayor control en los locales y disminuyan el volumen de los amplificadores de sonido.  

Descontaminación

Desde Barranquilla Verde se adelanta un plan para evitar la contaminación auditiva en el Centro. Explicaron que siguiendo con los procedimientos normativos, luego de conocer los resultados de las emisiones de ruido que se manejan en la ciudad, como autoridad ambiental dieron inicio a la implementación de un plan de descontaminación.

Para este se tuvieron en cuenta las denuncias presentadas por los transeúntes y comerciantes del Centro.

Se realizaron operativos pedagógicos y de control que incluyen decomiso de los amplificadores, en el caso de aquellos establecimientos comerciales reincidentes.

'La idea principal es tomar como base los resultados arrojados en el mapa de ruido, para luego de continuar con los controles volver a realizar la medición y verificar qué tan efectiva fue la actividad realizada, y de esta manera establecer los pasos a seguir', explicaron desde la autoridad ambiental.

EL HERALDO comprobó las acciones de Barranquilla Verde con el testimonio de Yasser Támara, quien trabaja en un local de venta de equipos de sonido en el Centro.

Támara aseguró que en el mes de diciembre se les decomisó un parlante porque tenían música con el volumen alto.

Sin embargo, explicó que los productos que comercializa lo amerita para poder 'llamar la atención de los clientes'.

Expertos aseguran que muchas de las actividades humanas están asociadas a la generación de ruido como las extracciones industriales, las grandes maquinarias manufactureras, los vehículos de transporte a pequeña, mediana y gran escala, los conciertos musicales, las salas de cine e incluso la presencia de muchas personas en un entorno pequeño puede considerarse una fuente de contaminación.

Pese a que está demostrado que el sonido no se acumula o perdura como lo hacen otras fuentes de contaminación que generan daños a largo plazo, la presencia de contaminantes auditivos tiene un impacto directo en la vida de las personas que conviven con ello.