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Hace más de 3.500 años distintos grupos indígenas se encontraban asentados a lo largo y ancho del departamento del Atlántico, incluso, en el territorio donde actualmente se encuentra Barranquilla.

Aunque los textos de historia relacionan los orígenes de la ciudad con la fundación de la hacienda San Nicolás de Tolentino en 1627, un descubrimiento arqueológico hecho en un sector del corregimiento de Juan Mina ha demostrado que existen antecedentes de poblamientos indígenas, en esta zona, en épocas primitivas.

Piezas líticas (elaboradas con rocas), figuras antropomorfas (con apariencia humana), figuras zoomorfas (con apariencia de animales), cerámicas y fragmentos de vasijas, así como milenarios restos óseos son algunos de los elementos hallados en medio de la construcción de la Segunda Circunvalar, obras adelantadas por la Concesión Costera.

Estos vestigios arqueológicos vienen siendo estudiados a fondo por el personal del Museo de Antropología de la Universidad del Atlántico, con el objetivo de conocer nuevos detalles alrededor de las dinámicas socioculturales asociadas a los primeros habitantes de esta zona del país.