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La escasez de precipitaciones desde el mes de diciembre ha llamado la atención de los ciudadanos de Barranquilla y el Atlántico, quienes esperaban –de acuerdo con las predicciones climatológicas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam)– que las lluvias continuaran hasta el mes de marzo a causa de La Niña.

A finales del año anterior, se estimaba que La Niña –fenómeno que trae consigo lluvias– iría hasta aproximadamente marzo o abril de 2021. Sin embargo, en el departamento del Atlántico hace más de un mes que no se presenta ningún tipo de precipitaciones, por el contrario ha predominado el tiempo seco.

Precisamente ese es el temor. Estar frente a una sequía intensa, en donde los riesgos de incendios forestales aumentan no solo en Barranquilla, sino en todos los municipios, y así mismo detrimento para los campesinos y sus cultivos que tienden a escasear por la falta de agua.

De hecho, en las últimas semanas se han registrado pequeños conatos de incendios en Barranquilla y su área Metropolitana. Algunos son provocados por personas inescrupulosas o con algún fin particular, otros se producen de manera natural y algunos sin un origen determinado.

En la parte trasera de la Institución Educativa Miguel Antonio Caro (Inem), los habitantes del barrio El Tucán –que colinda con el colegio– denunciaron la quema en zona verde que hace parte de la institución, situación que se ha presentado 'varias veces', afectando a todas las personas de la comunidad, tanto adultos como niños.

'Al parecer queman la zona verde del colegio, no se sabe con qué fin, pero eso empieza a salir el humo hacia todos lados. Lo que más nos preocupa es que pegado a eso están varias casas y si se llega a salir de control esas quemas podrían causar una tragedia', comentó un ciudadano que prefirió reservar su identidad.

Hechos como la quema en zonas forestales han aumentado el temor de que uno de estos 'se salga de control' y genere grandes incendios, tales como los que se han presentado durante varios años en el Vía Parque Isla de Salamanca.

Justamente en esa zona, este fin de semana se presentó un incendio que afectó a cerca de 12 hectáreas. Esta situación ha incrementado la alerta ante la falta de lluvia y el aumento de las brisas que expandiría de manera inmediata el fuego por los pastos secos y generaría una emergencia.

Prevención en el Atlántico

Ante esta situación, la Gobernación del Atlántico, como todos los años, se viene preparando para enfrentar una posible época de sequía, donde los incendios forestales y fuertes brisas pueden afectar a habitantes y campesinos del departamento.

La subsecretaria de Prevención y Atención de Desastres, Candelaria Hernández, manifestó que cumpliendo con los principios de la gestión del riesgo, los cuales se encuentran establecidos en la Ley 1523 de 2012, se expidieron oficios destinados a los coordinadores municipales de gestión del riesgo para que activaran los consejos municipales ante los pronósticos de sequía y fuertes vientos.

'Esto para que la reacción ante cualquier hecho trópico o antrópico que se atienda sea en el menor tiempo posible, adicional a eso se está llevando agua con los camiones cisterna a las comunidades campesinas en los sitios más alejados del departamento, para que puedan atender sus necesidad básicas', dijo la funcionaria.

Impacto de la sequía

El impacto de la sequía se refleja mayormente en el sector agrícola, debido a que los procesos que realizan los campesinos, como la ganadería y la siembra, entre otros, deben ir acompañados de abundante agua. Cuando el líquido escasea por la falta de lluvia, se deben tomar medidas inmediatamente para mitigar los daños en este sector.

Recomendaciones

La principal causa de los incendios forestales son las quemas agrícolas. Se hacen generalmente antes y durante los periodos de menos lluvias, aprovechando la baja humedad en el ambiente y en el material vegetal. La falta de técnicas adecuadas y de medidas preventivas los generan.

Por ello, la Gobernación del Atlántico recomendó que 'a la hora de preparar la tierra de una manera adecuada deben tener en cuenta aspectos como la hora, vientos predominantes, personal necesario para su manejo, informar a la autoridad y contar con permiso', ya que las quemas controladas generan pérdida de humedad en el suelo, lo resecan, compactan, endurecen y evitan que el agua se filtre en él. Además, disminuyen la materia orgánica, la fertilidad y generan cambios en su estructura y textura. Así lo expresó Candelaria Hernández.

La invitación a todos los campesinos del departamento así como al resto de la ciudadanía es a que no realicen quemas sin el debido acompañamiento de los Cuerpos de Bomberos Voluntarios que prestan servicios en los municipios del departamento del Atlántico.