El problema de los manjoles y registros de telecomunicaciones destapados, no para. A través de la línea Wasapea a EL HERALDO llegan a diario varios reportes, en los que piden una solución y la intervención de las autoridades para sancionar a los responsables de los daños y hurtos de las tapas.
Las quejas de los ciudadanos llegan acompañadas de la advertencia del peligro que representan para los peatones y conductores, puesto que ya se han registrado accidentes.
Uno de esos casos ocurrió en octubre del año pasado cuando un niño, que caminaba en compañía de su mamá, cayó dentro de un registro de cables que tenía una tapa improvisada. El menor se detuvo por unos segundos y luego cayó al vacío; sin embargo, gracias a la rápida reacción de los que observaron la situación, el menor salió ileso.
Casos como este son más frecuentes en la ciudad y obedecen, en algunos casos, a que las tapas son hurtadas para posteriormente comercializar el hierro, otras veces la misma presión del agua las desprende o simplemente se van deteriorando con el tiempo y terminan cediendo al paso de arroyos o vehículos.
En Barranquilla, según las autoridades, cada vez hay más alcantarillas destapadas. Están en aceras, terrazas o hasta en la misma vía pública; por ello, EL HERALDO recorrió distintos puntos de la ciudad para confirmar las casos denunciados por los lectores.
En una de las vías más concurridas de la ciudad, a la altura de la carrera 21 con calle 41, barrio San José, se encuentran 8 puntos del sistema de alcantarillado que están destapados. Estas fueron instaladas cuando se ejecutó el proyecto de canalización del arroyo, obra que fue contratada en su momento por la Agencia Distrital de Infraestructura y que entregó en el año 2019.
Stella Santiago, vecina del sector y dueña de un negocio ubicado allí mismo, manifestó que la situación, además de representar inseguridad para ella y para sus clientes, se agudizó hace algunas semanas porque se comenzaron a percibir olores 'nauseabundos', pues -según ella-, la alcantarilla ha comenzado a rebosarse y a expulsar las aguas negras.
'Ellos han venido hasta aquí, revisan y se van, no ha habido ninguna solución. Por aquí pasan niños y personas adultas que en ocasiones no se fijan que hay allí un manjol destapado. Gracias a Dios no ha ocurrido una tragedia. Ojalá las autoridades se apersonen de este caso y nos den una solución', dijo la mujer.
Otra persona que trabaja en el sector afirmó que para 'lo más preocupante de la situación' es que en ocasiones las personas que transitan por allí se han tropezado y se han golpeado. Precisó que hasta el momento no ha ocurrido un accidente grave; sin embargo 'es algo que podría llegar a ser fatal'.
En vista de que este problema surgió posterior a la entrega de las obras de canalización de la 21, este medio se comunicó con Alberto Salah, gerente de la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI), quien explicó que el motivo por el cual no se han instalado nuevamente las tapas de los alcantarillados es debido a que ese tipo de trabajos se están llevando a cabo en orden de vías.
Según Salah, la empresa A Construir, encargada del proyecto, es la que está haciendo todo el proceso calle por calle y que debido a que son trayectos largos, aún no han llegado hasta la carrera 21.
'Nosotros tenemos a una persona cubriendo todos los detalles de espacio público, ya me informó el contratista que arrancaron desde la 30 hacia arriba y van por la calle 41. Ellos vienen arreglando todos los detalles como registros partidos, algunas losas que hacen falta, terminando de conformar todo. Hay una cuadrilla de A construir haciendo esa tarea. Todo va a quedar totalmente resuelto', explicó el gerente de la ADI.
Según datos suministrados por la empresa Triple A, en lo que va corrido del año se han hurtado 35 tapas y en 2020 la suma total fue cerca de 275.
Triple A precisó que para detener este comportamiento, la empresa ha realizado la reposición con unas tapas hechas en material de ferroconcreto, las cuales contienen poca cantidad de hierro y, por su peso, no son fáciles de retirar.