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En Las Américas sueñan con que los aproximadamente 300 metros cuadrados de un terreno baldío se conviertan en un centro comunitario, y están a punto de lograrlo. La clave: unión vecinal, coordinación con las autoridades y una ‘Ladrillotón’.

Los habitantes de la carrera 2G con calle 53 decidieron acabar con un problema que tenían hacía unos 20 años, según dijeron a este medio. 

'Esa era una casa donde vivía una señora, pero se destruyó. Entonces la Alcaldía reubicó a la dueña y el lugar quedó en poder del Distrito. Pero con los años se convirtió en un basurero', afirmó Luis Mendoza Borrero, un líder comunitario de este barrio localizado en el sur de la ciudad.

Mito de inseguridad

Con el abandono no solo llegó la suciedad, sino también aparecieron personas que quisieron darle un mal uso al sitio, convirtiéndolo en uno de los llamados mitos de inseguridad. A pesar de la vigilancia constante de quienes viven cerca y de las peleas casi que diarias con los inescrupulosos que arrojaban desechos en el lugar, la comunidad no pudo garantizar mantener el sitio limpio. 

Durante las noches, la oscuridad se volvió cómplice de la delincuencia y el lote, atiborrado de desechos, era usado como ruta de escape o escondite.

Pero todo tiene su final y la unión de los vecinos fue la clave para recuperar este lugar.