A lo largo de sus 208 años de historia, Barranquilla ha conducido en su espalda el porvenir, tal como lo reza uno de los versos de aquel poema –convertido en himno– que Amira de la Rosa escribió en honor a su tierra natal.
Este rincón del Caribe, que es sinónimo de progreso y resiliencia, durante el último año ha hecho gala de esa capacidad –que corre por sus venas– de reponerse ante las adversidades que ha generado la pandemia.
El orgullo de ser barranquillero no se ha amilanado ante este enigmático virus. Al contrario, ha sido el sentimiento que ha permitido vencer la incertidumbre y la zozobra en los momentos más críticos.
Por eso, autoridades, líderes gremiales, académicos, deportistas y artistas han unidos sus voces para enviar un mensaje de optimismo ante el panorama actual, marcado por un sostenido incremento en los contagios y muertes por covid-19.