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Barranquilla se encuentra en el punto más crítico del tercer pico. Sin embargo, una luz ha empezado a verse al final del túnel.

Según las autoridades distritales, los indicadores han mostrado un 'leve descenso' durante los últimos días, como resultado de la aplicación de las medidas restrictivas como pico y cédula, toque de queda y ley seca.

Un mes atrás, el Distrito anunció la adopción de las primeras disposiciones para reducir la interacción social en la antesala de la Semana Santa, temporada que se definió como una 'amenaza' para incrementar la velocidad de contagio.

Durante los últimos días, indicó la Alcaldía, se ha ido reduciendo la velocidad de contagio en la ciudad, de la misma manera que se ha disminuido la velocidad en la ocupación de camas de hospitalización y cuidados intensivos. Las autoridades indicaron, además, que se ha desacelerado el número de fallecidos.

'Basados en los casos confirmados por fecha de inicio de síntomas se observa una disminución de los casos debido a una decreciente tasa de positividad. La ocupación uci se ha estabilizado en una proporción alta del 88 %', sostuvo Juan Manuel Alvarado, gerente para la crisis por covid-19.

Destacó que en el último mes se ha presentado una expansión de su capacidad de camas uci del 30 %, pasando de tener 678 camas a 897.

'Con respecto al año anterior el incremento es del 118 %. La ciudad pasó en un año de 411 camas a 897 camas actualmente'.

Con relación a la tasa de letalidad o fallecidos a causa de la enfermedad sobre el total de casos diagnosticados, el funcionario indicó que 'hace un año nos encontrábamos en un 8 %, mientras que actualmente estamos en 2.6 %'.

Explicó que esta reducción está relacionada con 'una mayor capacidad de rastreo de casos junto con un mayor conocimiento de la enfermedad por parte del cuerpo médico'.