Un tenedor, una botella y cualquier recipiente plástico pueden terminar en el estómago de cualquier especie acuática en el océano.
Esa fue la conclusión que hizo la profesora del Departamento Civil y Ambiental de la Universidad de la Costa, Luana Portz, para argumentar el impacto que causa el consumo desmedido de plásticos de un solo uso en el planeta.
En palabras de Portz es inaceptable que hasta hoy no se dimensione el recorrido que puede hacer una botella que se tira a la calle, que luego es arrastrada por un arroyo hasta llegar a la playa y allí empezar un proceso de degradación.
'Esas pequeñas partículas son altamente peligrosas porque pueden ser ingeridas por peces y más tarde ser consumidas de forma indirecta por humanos. Por esto es tan importante que reemplacemos el uso de plástico', dijo.
Y es que desde el año pasado la utilización de este material se ha disparado de manera asombrosa, no solo miles de millones de mascarillas, sino también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar se han exacerbado a causa de la pandemia.