El comercio de la calle 72 sufrió un nuevo golpe. Los desmanes y disturbios que se registraron durante los últimos días en esa zona del norte de Barranquilla terminaron de hundir las esperanzas de varios propietarios de locales que ya venían registrando afectaciones en sus ventas y servicios, no solo por los embates de la crisis causada por la pandemia, sino por la informalidad y al auge de los centros comerciales que poco a poco han ido desplazando la actividad comercial en esa zona de la ciudad.
Algunas de las fachadas y vitrinas de almacenes —que conservan intacta la esencia del comercio de los años 80 y 90— fueron vandalizadas, acciones que en muchos de los casos ‘lapidaron’ las posibilidades que sus dueños habían puesto para sacar adelante sus comercios.
Un laboratorio fotográfico ubicado en la calle 72 con carrera 47 fue uno de los locales más afectados. Toda la fachada de ese establecimiento quedó destruida por la batalla campal que en esa zona se registró.
'Imagínese, este sector de la economía que con el auge de la tecnología ya había sufrido los primeros embates ha estado en constante reinvención, ya no solo se revelaban fotografías, sino que se hacían fotomontajes y fotoestudios, pero con la pandemia todo eso quedó paralizado, lo que llevó a pérdidas significativas. Ahora hay que sacar dinero de donde no hay para poder levantar las vitrinas', contó un empleado de la tienda de servicios y productos fotográficos.
EL HERALDO hizo un recorrido por la zona y la rabia, impotencia, silencio y lágrimas eran las constantes expresiones de los propietarios y administradores de los establecimientos que fueron vandalizados y destruidos. La escena era completada por otras personas que recogían los vidrios y realizaban reparaciones en los locales.
'Uno se ha esforzado muchísimo para lograr tener las cosas, no es justo que en menos de dos horas todo se vaya al piso. Lo que no nos hizo la pandemia nos lo hicieron nuestros propios hermanos. Dicen que la pandemia nos hizo mejores personas, pero con esto que veo lo pongo en duda', señaló Ángela Sarmiento, administradora de una compra-venta de la calle 72.
Una entidad bancaria ubicada sobre la carrera 49 fue la que más resultó afectada por los disturbios de la noche del jueves. Allí no solo vandalizaron la fachada, sino que entraron y se llevaron parte del mobiliario y equipos electrónicos como computadores, teléfonos y cableados. En ese mismo punto los dos cajeros electrónicos fueron dañados.