El temor hizo mella en su mente. Los rumores y especulaciones que se escuchan en las calles, los mismos que circulan sin freno alguno por las redes sociales, fueron determinantes para que Diana Suárez Manga decidiera no vacunarse, a pesar de haber sido priorizada por su profesión.
Con el pasar de los días, ese pánico se ha convertido en cierto remordimiento. Diana y su núcleo familiar han sufrido –en carne propia– los embates de aquel bicho que no ha mermado la guardia y sigue evolucionando, en medio de la lucha para seguir subsistiendo.
'Me arrepiento de no haberme vacunado en el momento que fui priorizada, desde el primer día', sostiene la mujer, quien el año pasado ya había perdido a su padre a causa de esta enfermedad.
El primer signo de alarma para su familia fue el cuadro febril que su hija menor presentó el 3 de julio. Tan solo un día después, su progenitora también registró varios síntomas, por lo que todos los integrantes de la familia se sometieron a la prueba, cuyo resultado fue positivo.
Aunque Diana y su hija mayor fueron asintomáticas, su hija menor presentó síntomas leves, mientras que su esposo Juan Carlos sí experimentó fiebre, tos, dolor muscular y cansancio, entre otros.
'Mi mamá, quien también se negó a vacunarse, fue la que más resultó afectada. Por los efectos del virus tuvo que ser hospitalizada y actualmente se encuentra en uci', agrega la mujer, quien reside en el barrio Los Robles, de Soledad.