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Tomar una foto al cielo de Barranquilla para inmortalizar una puesta de sol, 'algo tan simple' puede resultar 'molesto' para algunos ciudadanos por cuenta de las telarañas de cables que se tejen a lo largo y ancho de los postes de la ciudad.

La situación que, para muchos, se ha vuelto paisaje es producto de las líneas de conexión de electricidad y telefonía que invaden cada esquina.

'No podemos acostumbrarnos a ver la ciudad invadida de cables. Esto es deterioro del paisaje urbano, un hecho que genera mal aspecto', dice el arquitecto Orlando Manjarrez, líder de la iniciativa que busca erradicar el cableado aéreo.

En zonas como el Centro, la carrera 43 con calle 84 y el barrio El Prado son algunas en las que se puede observar hasta 14 rollos de cables colgando sobre los postes.

'Eso no se ve bien, y además puede resultar peligroso. Muchas veces esos cables se han desprendido', dijo Juan Ortíz, residente en El Prado.

La propuesta de los ciudadanos es que los tendidos y enredos que hoy están a la vista de todos por cuenta de las empresas de servicios públicos domiciliarios, las empresas prestadoras de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y los urbanizadores, instalen sus redes en el subsuelo.

'La ciudad ha ido avanzando y mejorando sus entornos, pero tiene todavía una deuda con el cableado que entorpece el paisaje', insiste el ciudadano Pablo Zapata.