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La Chinita es uno de esos barrios de Barranquilla en el que la necesidad ha obligado a algunas personas a tomar decisiones equivocadas, llevándolas a vivir experiencias poco agradables; sin embargo, no todo está perdido.

En este sector del suroriente de la ciudad, un grupo de jóvenes ha recurrido al baile como el método para salir adelante y dejar atrás el estigma de violencia y drogas que ha marcado la historia del barrio. Su único objetivo es darle una imagen distinta al lugar que los ha visto crecer.

Nancy García tiene 19 años. A pesar de su corta edad ha vivido suficientes experiencias riesgosas. Para ella, el baile ha sido una 'salvación' y la ha alejado de tener un futuro rodeado de miseria y problemas.

Actualmente hace parte del programa ´Vuelve y Juega’, luego de haberse juntado –durante su adolescencia– con personas que desviaron el rumbo de su vida.

'Mi vida pasada se basaba en que me la pasaba en la calle, llegaba a la hora que se me daba la gana; los fines de semana me la pasaba en bazares como si fuera mayor de edad', dijo la joven, quien confesó que sus amigos de esa época pagaban para que la dejaran entrar a esos lugares.

Ver en riesgo la vida de su padre fue el episodio que supuso un quiebre para ella. En ese momento supo que –literalmente– había tocado fondo.