La ciudad ha ido volviendo poco a poco a la normalidad tras más de un año de pandemia. Muestra de ello son los trancones que se presentan en las zonas aledañas a decenas de colegios e instituciones de educación.
Esta situación se ha convertido en un traumatismo para la movilidad de la ciudad, teniendo en cuenta que los embotellamientos se registran tanto a la hora de entrada como a la hora de salida de los estudiantes, lo que ha generado inconformidad entre los actores viales.
Las mayores afectaciones se registran en vías 'neurálgicas', tal como la Vía al Mar. En este corredor vial se encuentran ubicados varios establecimientos educativos que han generado dicha congestión vehicular.
A la altura del Colegio Alemán, por ejemplo, un equipo periodístico de EL HERALDO pudo constatar que la larga fila de vehículos –que esperaba su turno para ingresar a dichas instalaciones– se extendía por al menos dos kilómetros.