Compartir:

La historia del crecimiento económico de Barranquilla tiene una estrecha relación con los caños. Estos canales, que se han convertido en el espacio para que algunos carretilleros y descuidados transeúntes depositen sus basuras, conformaban una organizada red utilizada por comerciantes y grandes empresas navieras para el transporte de mercancías.

Es por eso que, desde la administración distrital, se ha puesto en marcha un plan para devolverles su esplendor a los caños y fortalecer el proceso de recuperación del Centro Histórico, con el fin de mejorar la calidad de vida de los barranquilleros.

Sandra Peña es una de las ‘vecinas’ de los caños. La mujer tiene un local de bebidas y mecatos al lado del Caño de la Ahuyama desde hace cuatro años y calificó la noticia como 'buena e importante'.

'Con el arreglo, el comercio mejoraría, se irían los olores, eso permitirá que la gente vuelva al mercado', dijo.

Otra de las razones por las que 'aplaude' el proyecto de recuperación de los caños es porque cada vez que llueve fuerte son 'presas de la preocupación' ante un posible desbordamiento.

Explicó que durante los últimos aguaceros torrenciales, el caño ha estado 'a punto' de desbordarse 'porque las basuras que echan en otros sectores terminan acá; al taparse, eso se desborda y somos nosotros los perjudicados'.

'Lleva mucho tiempo que no se desborda, pero hace como tres años –que se desbordó– fue horrible porque el agua nos llegaba hasta la mitad de las piernas y perdimos lo que teníamos en los kioscos por esa agua', dijo.

Por su parte, Ulises De la Hoz, quien trabaja como soldador sobre un carro elaborado en madera y donde tiene sus herramientas, denunció que todos los días ve gente arrojar basura al caño.

'Nosotros vemos que arrojan basura y uno les dice (a los carromuleros) que no echen la basura, pero tampoco uno se puede poner pesado porque le pueden hacer un daño, entonces a veces nos toca quedarnos callados y aguantarnos los malos olores', dijo el hombre, quien se alegró porque dice que ya no tendrá que trabajar en 'malas condiciones'.

Así como Ulises, Juan Carlos Benavides –quien frecuenta los caños en su silla de ruedas– señaló que mejorar sus condiciones es bueno, pero hace falta que algunas personas 'tomen conciencia'.

'Está bien la noticia de la recuperación de los caños, pero también es importante que las personas tomen conciencia y no sigan tirando basura o animales muertos porque se afecta el río y la gente, el sistema respiratorio de uno se ve afectado', dijo.