El síndrome de Apert no me detiene para seguir con mi vida'. Eso es lo que Isabella Fruto, de 14 años, repite a diario. La joven hace parte del grupo de 20 beneficiados con el piloto que la Gobernación del Atlántico puso en marcha en el municipio de Sabanagrande para formar a la población infantil como desarrolladores de videojuegos.
'Para mí esta es una oportunidad muy grande porque esto me alegra y me entusiasma en mi futuro', sostiene Isabella, quien sueña con estudiar una carrera profesional enfocada en la tecnología.
Para ella, este espacio ha sido clave para empezar a desarrollar algunas destrezas relacionadas con el mundo digital. Sus problemas de salud no han sido limitantes para aprender cada día más sobre la materia.
'Mi mano izquierda tiene mi habilidad, la mano derecha casi no la manejo', cuenta con entusiasmo mientras digitaba algunos algoritmos.
Sandra Barragán, madre de Isabella, dice que –desde el inicio– ha estado 'muy conectada' con el programa que lidera la Secretaría de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Gobernación del Atlántico, debido a su preferencia por 'todo el mundo de sistemas y tecnología'.
La mujer asegura que la niña ya tiene el enfoque de su videojuego avanzado y definido: 'El hecho de que tenga un síndrome no quiere decir que esté ajena a la parte de la tecnología'.