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Un hallazgo administrativo con presunta connotación disciplinaria y fiscal fue hecho por la Contraloría Distrital de Barranquilla durante la más reciente auditoría adelantada a la Curaduría Urbana N° 1, correspondiente a la vigencia 2020.

En el informe, que fue publicado el 30 de junio del presente año, el ente de control puso de presente que dicho hallazgo se encuentra relacionado con el cobro del anticipo del impuesto de delineación urbana, que corresponde a un tributo del orden distrital.

Según la Contraloría, la cuantía fue por el orden de los $294 millones ante el incumplimiento de las disposiciones generales o el control inadecuado de recursos o actividades.

Cabe recordar que, durante esa vigencia, Jaime Fontanilla Martínez se desempeñaba como curador urbano.

Liquidación y recaudo

En el documento final de la auditoría se expuso que la Curaduría Urbana N° 1 de Barranquilla, durante la vigencia 2020, aprobó y expidió 541 resoluciones de licencias y 310 nuevas solicitudes de licencias, sobre las cuales se debió cobrar el anticipo del impuesto de delineación urbana.

La Curaduría determinó la revisión de 66 licencias, las cuales fueron seleccionadas por su 'materialidad o importancia relativa'. Dicha muestra representó el 21 % total de las nuevas licencias, pero representó el 83 % ($5.127 millones) del total recaudado.

Es importante resaltar que por dicho concepto se recaudaron más de $6.169 millones durante la mencionada vigencia.

'En cinco liquidaciones se presentó inadecuada aplicación de precios mínimos (...) para la liquidación del impuesto de delineación urbana', se lee en el documento que fue firmado por Carlos Felipe Quintero en su calidad de contralor distrital de Barranquilla.

En ese grupo de liquidaciones, la más grave corresponde a un proyecto para vivienda estrato 2, al cual no le liquidaron ni cobraron $152 millones por dicho concepto.

Limitaciones

La Contraloría distrital alertó que, durante el desarrollo de la auditoría, se presentaron limitaciones para la visita en sitio: 'El trabajo tanto en fase de planeación como de ejecución se realizó en la virtualidad, mientras que la entrega de la información requerida estuvo por fuera de los términos estipulados'.

Según el ente, la Curaduría justificó dichos retrasos en la pandemia, 'lo que no permitió la disposición documental a tiempo, sujeta a verificación y revisión que afecten el resultado' de la auditoría.

Rendición de cuentas

Si bien la Contraloría distrital indicó que la Curaduría hizo su rendición de cuentas de acuerdo con el criterio estipulado, tras revisar la calidad y veracidad de la información suministrada se le otorgó la calificación de 'información con falencia'.

Acciones de mejora

Como resultado de la auditoría, la Contraloría Distrital de Barranquilla entregó un informe preliminar dentro del cual se le otorgó al curador Fontanilla los términos de ley para su respuesta o escrito de contradicción del cual no se recibió respuesta por parte del auditado dentro del término otorgado.

Es importante destacar que en la auditoría realizada a la Curaduría Urbana N° 1 de Barranquilla en la vigencia 2019 no tipificó hallazgos que comprometieran a la realización de un plan de mejoramiento.