Las madres comunitarias del Atlántico, por segundo día consecutivo, se tomaron las afueras de la sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para expresar su inconformismo debido a las 'faltas de garantías' para la presencialidad.
Una de las mayores preocupaciones de las mujeres es 'la reducción de presupuesto' destinado para la alimentación de los menores en los CDI. Representantes de madres comunitarias de los municipios del Atlántico denunciaron que 'cada vez son menos raciones de alimentos' con las que cuentan para preparar una minuta que alimentaría a más de 13 menores por día.
'No es posible que en una minuta se destinen 60 gramos de ñame, 80 gramos de ahuyama y un guineo verde para unas sopas que deben alcanzar para 13 niños. También, nos entregan 500 gramos de pastas que deben durar 15 días. Aproximadamente, el presupuesto diario para la alimentación de cada niño es de $4500. Es una minuta pobre para la primera infancia', expresó Emma Crespo, madre comunitaria de Sabanalarga.
Crespo agregó que, en ocasiones, las madres comunitarias se ven obligadas a 'sacar de sus propios bolsillos' un presupuesto adicional para comprar proteínas o harinas, y así 'lograr que los niños tengan una buena alimentación'.
'No es justo que se vulnere de esta manera el derecho a la alimentación de la primera infancia. Hacemos un llamado a las autoridades para que les brinden garantías a los CDI', agregó.
'La realidad es distinta'
Conforme a lo explicado por Arleynis Doria, una madre comunitaria de Soledad, el informe entregado por el ICBF de los alimentos y cantidades entregadas a los CDI 'no se ajusta a la realidad', haciendo referencia a que algunos alimentos incluidos en la lista no son entregados.
'Ellos dicen que nos entregan ponqués, yogurt y frutas para picar, como fresas, pero eso no es así. La realidad es que nos entregan tres papayas pequeñas, cinco bananos maduros y cualquier otra fruta de temporada para que las distribuyamos en minutas durante más de una semana', apuntó Doria