Compartir:

El sol, la lluvia, la carga pesada y el riesgo de accidentalidad son algunas de las situaciones a las que diariamente se enfrentan los carromuleros en medio de su lucha por conseguir el 'pan de cada día'.

Para mejorar su calidad de vida, el Distrito de Barranquilla avanza 'a buen ritmo' con su plan de sustitución de vehículos de tracción animal (VTA) para cumplir con la promesa hecha a un grupo de carromuleros.

Conseguir dinero para alimentar a su familia era por lo que, desde tempranas horas de la mañana, Fidel Jiménez salía de su casa en compañía de ‘Sabanero’ –como cariñosamente le llamaba a su 'burrito' –para ejercer la 'dura', pero 'honrada profesión' de carromulero.

'Es difícil tomar la decisión de dejar mi profesión y dejar ir a ‘Sabanero’ porque fueron seis años trabajando con el burrito y gracias a él pude construir mi casita y darle estudio a mis hijos', dijo Jiménez.