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Para Sebastián Angulo, la Loma de la Manga, más que un peligro, representa toda su vida.

El joven de 22 años nació y creció en ese sector de Barranquilla, en donde el pan de cada día para él han sido los siniestros que se han registrado en esa temerosa pendiente.

'He visto bastantes accidentes. Por año, más o menos, he logrado observar hasta 10, algunos menos graves que otros, pero ya se ha vuelto costumbre todo lo que vivimos', sostuvo.

El joven vive en todo el comienzo de aquella loma que le ha quitado el sueño a muchos barranquilleros; aquella en la que muchos han perdido la vida.

En la parte trasera de su casa se encuentra un terreno baldío, en el cual anteriormente había casas que cayeron, pues el sector fue declarado como zona de riesgo.