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Después de dos años sin celebraciones masivas por la pandemia, los asistentes a la Vía 40 volvieron a presenciar este sábado, en medio de la Batalla de Flores, la creatividad de los hacedores para darle vida a costumbres, a personajes ficticios o reales, o, más allá, para escenificar situaciones de la vida cotidiana, a través de los disfraces.

El primero en encabezar el recorrido fue el comandante Hugo Chávez, quien iba acompañado de un grupo de colaboradores que le daban agua, con permanencia, para mitigar el sol y el calor.

Llevaba puesto su tradicional boina, el uniforme verde oliva con sus botas militares e iba saludando de lado a lado a la gente apostada en palcos y minipalcos.

Juan Ruiz, su nombre real, dijo en medio del bullicio, que lo más gratificante, después de ese receso obligado, era volver a ver al público.