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'El machismo mata'. De esa frase Nazly Mulford sabe bastante. Sus más de 30 años como trabajadora social y caminar 'de arriba abajo' las calles de Barranquilla le han dejado claro que los abusos, acosos y todo tipo de violencia contra las mujeres (por parte de los hombres) brotan de las ideas que la misma sociedad le ha 'otorgado' a los hombres desde hace siglos.

'Yo he trabajado toda mi vida para romper con ese ciclo', dice la mujer mientras se lleva una mano al pecho y con la otra intenta contar los 24 años que lleva liderando una fundación que se encarga del empoderamiento femenino en las zonas más vulnerables de Barranquilla y su área metropolitana.

'Lo que queremos es aportar un grano de arena para cumplir con uno de los objetivos del milenio que es, precisamente, lograr la igualdad entre todos; para ello, nos hemos dedicado a trabajar en la restitución de derechos de niñas, niños y adolescentes y a potenciar y a reforzar todas las fortalezas que tiene esta población', señala la mujer.

Es por ello que desde hace poco más de dos años, Mulford decidió llevar el mensaje a una zona que, según sus estudios y las cifras de las autoridades, determinaron ser una de 'las más vulnerables por estos flagelos' en Barranquilla: el suroccidente.

La misión de esta mujer se concentra en el barrio El Bosque y su intención es lograr que las niñas y adolescentes de ese sector de la ciudad sean 'las multiplicadoras' de un mensaje que fortalezca las vidas de sus compañeras.