El bicitaxi –como el motocarrismo en Soledad– continúa siendo una problemática social que no ha sido resuelta desde el orden nacional, regional y local.
El uso de este tipo de vehículos como medio de transporte sigue siendo ilegal, aunque el Ministerio de Transporte haya intentado legalizarlo.
En el caso de Barranquilla, este transporte informal es utilizado en algunas zonas del sur de la ciudad, como una alternativa de solución a la falta de rutas del servicio colectivo. Igualmente, se ha convertido en una opción laboral para las personas que han perdido su empleo y ayuda en la economía familiar por el bajo costo del pasaje.
Sin embargo, claramente este medio de transporte impacta la movilidad en las calles del centro y sur de la ciudad, porque la mayoría de ellos no cumplen mínimamente las normas de tránsito.
Es así como se evidencia un 'alto' riesgo de siniestralidad vial e inseguridad.