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Convertida en el corazón de Barranquilla desde prácticamente sus inicios y cuando ni siquiera había divisiones política-administrativas sobre el territorio de la ciudad, la localidad Norte-Centro Histórico es un viaje largo que combina las raíces con la modernidad.

Desde la imponencia de la Plaza de San Nicolás de Tolentino hasta el crecimiento urbanístico de Alameda del Río. La tradicionalidad del barrio Recreo con las casonas y lujosos edificios del Golf.

Es una mezcla de cultura, historia, elegancia y pujanza. Génesis y continuidad.

Norte-Centro Histórico tiene de todo un poco. Desde aportes estadounidenses para la construcción de un ambicioso proyecto y, a la postre, prestigioso complejo residencial, hasta la historia de lucha de los negros esclavos que se plasman en varias danzas del Carnaval. Para el baile y color, Barrio Abajo, para las amplias terrazas y buenas comidas en totuma, Montecristo o Modelo. Para admirar la arquitectura, El Prado.