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Pasados ocho días del voraz incendio que se presentó en dos tanques de almacenamientos de combustible de la empresa Bravo Petroleum, en la Vía 40, la zozobra se mantiene latente en los habitantes de los barrios que bordean este sector, tales como Siape, San Salvador, Paraíso, El Limoncito y Las Flores.

Para Teresa Bolaño, habitante de Siape, ha sido difícil volver a encontrar la tranquilidad. Antes de que se presentara la emergencia, aseguró que tenían 'el miedo dormido', y ahora, el temor aumenta con el pasar de los días, pues lo sucedido 'expuso' las presuntas irregularidades con las que estarían operando algunas empresas de esta zona industrial.

'Una vez se presentó la emergencia vivimos momentos de mucha angustia; fue tremendo ver cómo las llamas se alzaban cuando soplaba el viento y saber que nosotros estábamos expuestos con nuestras familias, al estar al lado de tantos químicos y productos inflamables que hay almacenado en estas bodegas y patios', manifestó la adulta mayor que reside desde hace 65 años en este punto.