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Su pasión por la danza, la cultura y el folclor han logrado que Mónica Lindo de las Salas esté forjando su legado para convertirse en la artista eterna. La barranquillera que por más de 30 años ha formado grandes bailarines y participado en diferentes eventos para poner el nombre de la ciudad en lo más alto de la cima a través de  su experiencia y dotes  investigativos.

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Desde su época escolar, Mónica empezó a dar sus primeros pininos en la danza participando en cada acto cívico que se celebraba. Luego pasó a una escuela profesional para aprender del que fue su mentor por muchos años y de quien aprendió el valor que tiene el baile, se trata del reconocido Carlos Franco, quien falleció en el año 1994 dejando no solo un vació enorme en los corazones que alegraba con su folclor, sino también la responsabilidad de continuar con su legado.

'Los que éramos bailarines de él en ese momento decidimos abrir una institución independiente que se llama Corporación Cultural Barranquilla', contó Lindo.

Con ganas de seguir abriendo sus alas para volar cada vez más alto, decidió enseñar todo lo que había logrado aprender y dedicar parte de su vida a compartir el arte de la danza a niños desde los dos años de edad a través de la Fundación Artística Mónica Lindo.

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'Ser directora artística de la Corporación Cultural Barranquilla nos ha permitido representar a Colombia en muchos eventos a nivel internacional en muchos eventos de 28 países', agregó.

Debido a su amor por el estudio del arte, actualmente también se destaca en el campo de la investigación para seguir aportando sus conocimientos y que además, sus estudiantes conozcan la historia que viene abrazada a la danza y el folclor.

'Esta parte de mi me ha permitido generar y escribir artículos, libros sobre la danza y lo que hago porque creo que es importante documentar todo este bonito proceso', verbalizó.

Mónica también fue una de las responsables de que hoy en día la Universidad del Atlántico cuente con una carrera profesional de danza por lo que también se desempeña como docente en la alma mater.