Durante trabajos de inspección por parte de un equipo de técnicos especializados de la empresa Air-e detectó una irregularidad en los cables de alimentación de los transformadores de corriente de un predio ubicado en la carrera 44 N. 70-135, “la cual de acuerdo con los registros en el sistema comercial de la compañía aparece como Clínica Santa Mónica en el norte de Barranquilla”, así lo indicó el gerente de Servicios Jurídicos de Air-e, Fermín de la Hoz.
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El funcionario explicó que en la inspección técnica encontraron perforadas y “puenteadas” las señales de corriente, impidiendo que el medidor operara de manera correcta. De esta manera la entidad de salud evadía el consumo real de energía, dejando de facturar de acuerdo con lo estimado por Air-e cerca de 32 millones de pesos mensuales.
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De la Hoz aseguró que esta situación irregular también estaba afectando el pago de la contribución y de otros impuestos como Alumbrado Público y la Tasa de Seguridad y Convivencia ciudadana. La clínica estaba dejando de facturar aproximadamente un 50% de su consumo.
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Durante la inspección se encontraron que la clínica cuenta con equipos de ventilación, refrigeración y un gran número de elementos eléctricos para la atención de pacientes.