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'Recibimos con beneplácito el fallo del Consejo de Estado a pesar de se da después de tantos años, cuando mi hermano ya no está para verlo'... Esta fue la reacción que entregó ayer Nellib Salvador Júbiz Hazbún, hermano del fallecido Alberto, el químico barranquillero que fue encarcelado de manera injusta por el asesinato del líder liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, en hechos ocurridos en Soacha, Cundinamarca, el 18 de agosto de 1989.

La respuesta del mayor de los Húbiz Hazbún fue en relación al reciente fallo del Consejo de Estado que ordenó a la Fiscalía y la Policía, además al exdirector del DAS, Miguel Maza Márquez, a pagarles a Júbiz, a Héctor Cepeda y Norberto Hernández, más de 3 mil millones de pesos.

Según la Sección Tercera del máximo tribunal de lo contencioso administrativo, tanto la captura del barranquillero y sus dos acompañantes como la investigación en su contra 'estuvo fundada sobre múltiples irregularidades' que fueron reconocidas, incluso, por la propia Fiscalía al momento de cerrar el proceso y ordenar su libertad.

Se lee en el fallo que 'se presentó una grave violación a los derechos de buen nombre y honra de las aludidas víctimas, puesto que fue un hecho notorio a nivel nacional (...) que provocó el odio, el desprecio público y el rechazo frente a esas personas'.

La alta corte, además, advirtió sobre 'el actuar gravemente culposo' del exdirector del DAS, el samario Miguel Alfredo Maza Márquez -vinculado por el crimen de Galán- y el exdirector de la Dijín, general Óscar Eduardo Peláez Carmona.

De acuerdo a la providencia, ambos 'actuaron de manera ligera al culpar a los demandantes del magnicidio, sin que existiera una decisión judicial'.

Sobre la responsabilidad de Maza y Peláez, critica el Consejo de Estado que 'de los máximos responsables de los principales organismos de seguridad, inteligencia e investigación del Estado, para la época de los hechos, no podían esperarse, ni exigirse, sino actuaciones ponderadas, extremadamente prudentes y particularmente cuidadosas (...)'.

Debido a lo anterior, ambos fueron condenados a reintegrarle al Estado, en un 50 por ciento cada uno, las sumas de dinero que las entidades demandadas deben pagar como consecuencia de la condena.

De aquí a dos meses, el fiscal y el director de la Policía deberán realizar un acto solemne de presentación de excusas públicas a las víctimas y sus familias 'por haber trasgredido sus derechos a la libertad personal, al debido proceso, a la presunción de inocencia y al buen nombre y la honra'.

El caso. La triste historia de Júbiz y los otros capturados se remonta a 1989, días después de la muerte del entonces candidato a la Presidencia de la República Luis Carlos Galán Sarmiento.

En el caso de Júbiz, este fue capturado el 22 de agosto de 1989 en un apartamento del centro de Bogotá, dentro de las pesquisas que adelantaban la Dijín y el DAS por el atentado contra Galán. Las autoridades informaron que en el recinto donde fue detenido Júbiz encontraron una subametralladora, utilizada en el asesinato del candidato presidencial.

Los generales Norberto Peláez Carmona y Miguel Maza Márquez, entonces directores de la Dijín y el DAS, respectivamente, lo acusaron del asesinato del líder liberal y, de paso, lo relacionaron con Yair Klein, el israelí experto en guerra que enseñó a los primeros integrantes de las Autodefensas del Magdalena Medio. En esa época, medios capitalinos titularon así: 'Hubiz Hazbún, la conexión egipcia en el crimen de Galán'. Para las autoridades, el operativo en el que cayó el barranquillero y los otros dos hombres fue todo un 'éxito'.

Júbiz había decidido irse a vivir a Bogotá después de fracasar en un negocio en su tierra, por lo que tenía algo más de un año en la ‘nevera’. Se ganaba la vida prestando asesorías en empresas farmacéuticas y, antes de su captura, asistía a un curso de cultivos hidropónicos.

Luego de una intensa batalla jurídica los señalamientos contra Júbiz quedaron sin piso, pues este pudo demostrar que la noche del asesinato de Galán él se encontraba recibiendo las clases de cultivos hidropónicos y no estaba en la plaza de Soacha mirando desde qué punto le podían disparar al líder, la versión que siempre manejaron las autoridades.

En 1993, Júbiz quedó en libertad luego de pasar cuatro años en la cárcel La Picota de Bogotá.

El químico farmacéutico, egresado de la Universidad del Atlántico en 1959, miembro de la sociedad colombiana de químicos farmacéuticos, profesor de la facultad de química farmacéutica de la Universidad del Atlántico y por muchos años empleado de las Droguerías Olímpica, murió en abril de 1998, sin poder ver caer a quienes lo acusaron del magnicidio y por el que hoy todos saben de quién fue la idea macabra de ordenarlo.

Reacción

Nellib Salvador Júbiz Hazbún dijo ayer para EL HERALDO que estaban a la espera de la comunicación del exmagistrado Ramiro Borja Ávila, quien sirvió de defesa en caso de su desaparecido hermano. 'Tardaron en mucho en dar un fallo. Alberto fue un hombre sano, no usó ni una honda para matar un pájaro y lo señalan de matar a Galán, algo absurdo. Le gustaba el fútbol, el dominó y el trago, así recuerdo a mi hermano'. Luego mencionó que espera la disculpas públicas del Estado porque 'lo que hicieron con nosotros no tiene precio'.