Colgado de cuerdas, arnés y mosquetones, a sus 27 años Julián Andrés Osorio Sepúlveda arriesga su vida a diario en las alturas. Desde 2013 se dedica a cambiar ladrillos, pintar y lavar fachadas o a limpiar ventanas, entre otras tareas.
Este pereirano trabaja actualmente en la construcción de un edificio de 20 pisos, al norte de Barranquilla. A la obra llegó como ayudante y aprendió a estucar y pintar, labores que hace a 90 metros de altura. 'Mi llegada fue la oportunidad de aprender otro arte que era mejor remunerado', recuerda con tímida sonrisa y menciona el beneficio que iba a recibir su familia, integrada por su esposa Flor y ahora Valeria, su hija de dos meses.
En el Sena –Servicio Nacional de Aprendizaje– hizo el curso para trabajar en alturas y cuando fue contratado supo, días después, que en la constructora 'necesitaban un alpinista'. Le dijo a un compañero que él podía hacer las labores que requerían y le pidió que le enseñara. 'Tener el certificado de altura fue una ventaja para que me permitieran empezar', comenta.
Cuando se conmemora el Día Internacional del Trabajo vale recordar que los oficios en altura son considerados por el Ministerio de Trabajo, la Federación de Aseguradoras Colombianas y el Consejo Colombiano de Seguridad, entre otras entidades, de los más riesgosos.
En el Atlántico, en promedio, anualmente se registran, de acuerdo con estadísticas de los últimos tres años del Mintrabajo, 32 muertes por accidentes laborales. De estas el sector de la construcción aporta el 50%; el de transporte (oficios de conductor y mensajero) el 25%; vigilancia el 10%; eléctrico 10% y otros sectores 5%.
Esas mismas estadísticas indican que en Atlántico entre 2013 y 2015 estaban afiliados a las ARL (Administradoras Riesgos Laborales) 1.440.739 trabajadores, entre dependientes y contratistas, y fueron certificados 104.069 accidentes, es decir un 7,2% de esa población sufrió alguna lesión relacionada con su ocupación.
En 2013 el territorio atlanticense murieron en accidentes de trabajo 37 personas; en 2014 perdieron la vida 36 y 24 en 2015. De esas 97 muertes –la mitad en el sector constructor– 78 fueron en Barranquilla.
En Atlántico solo el 50% de los trabajadores están afiliados al Sistema de Riesgos Laborales, es decir son muchos más los accidentes de personas en el sector informal de los ocupados.
MUCHA CONCENTRACIÓN
En tierra firme, sosteniendo su casco rojo y aun con los arnés atados a su cuerpo, Osorio dice no tenerle miedo a la altura. 'De la mano de Dios, todo lo hago con mucha seguridad y calma', señala quien se declara 'amante de las aventuras extremas' y de los retos para no ser 'uno más del montón'.
Cada día se levanta a las 5:30 de la mañana en su casa en el corregimiento La Playa. En la moderna edificación, junto a sus compañeros, recibe una charla sobre las medidas de seguridad y después él verifica que estén completas sus herramientas y demás elementos de labores, en especial aquellos que le permitirán salvar su vida en caso de una emergencia.
De 9 de la mañana a 12 del mediodía se sube en el 'columpio' –tabla en la que cuelga en exteriores–, pues la norma estipula que solo sean tres horas en esa labor.
Con naturalidad, explica que cuando se va a descolgar amarra todo en los mosquetones de la tabla donde está sentado. 'Hay dos líneas de vida: una lleva un freno que me sostiene únicamente a mí con el arnés y en la otra va amarrada la tabla con todo el peso', dice y detalla que la línea de vida resiste 5 mil libras en caída y su peso es muy liviano: 110 libras.
Entre 2014 y 2015 el Ministerio de Trabajo abrió en el Atlántico procesos sancionatorios por $3.291 millones a 98 empresas, de las cuales 30 son del sector construcción, por incumplir las normas de seguridad y salud en el trabajo.
Y en 2016, a la fecha, ha suspendido tareas en seis construcciones por trabajos en altura por considerar que representaban riesgos inminentes, luego de la respectiva evaluación con base en lo que establece la Ley 1610 de 2013.
En materia de prevención, el Mintrabajo destaca que invertir un peso representa un ahorro de 50 pesos ante posibles sanciones. En Colombia las sanciones aplicadas en los últimos años por accidentes laborales suman $8.000 millones en el sector de la construcción, $10.000 millones en el de telecomunicaciones y similar cantidad en el de hidrocarburos.
'Este trabajo en las alturas requiere mucha concentración, pues cualquier movimiento en falso lo puede mandar a uno al vacío', subraya Julián Andrés Osorio al salir con sus compañeros a almorzar y a descansar para retomar en la tarde otras labores en la construcción.
UN SISTEMA OBLIGATORIO
A partir del 1° de febrero de 2017 el Ministerio de Trabajo comenzará a exigir que toda empresa o entidad comercial, sin importar la actividad que desarrollen –desde una factoría hasta una tienda–, tenga en funcionamiento el Sistema de Gestión de Seguridad en Salud en el Trabajo, que busca disminuir los riesgos laborales, como lo establece el Decreto 1072 de 2015.
Las sanciones a aplicar, de acuerdo con el tamaño de la empresa por su número de trabajadores, será de uno hasta 500 salarios mínimos. A precio de hoy, serían de 689.455 a 344.727.500 pesos.
Colombia busca que al 2021 los accidentes laborales bajen a un 4%, que es la tasa que registran países desarrollados.