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Las obras de estabilización en la carrera 38, entre las calles 83A y 84B, aún no comienzan. Habitantes de la zona manifestaron su preocupación porque no han visto movimiento de máquinas en el sector y se avecina un nuevo fenómeno de La Niña.

El director del Instituto Nacional de Vías, Invías, Carlos García, había anunciado a mediados de marzo de este año que el 15 de junio arrancarían los trabajos en este sector, para habilitar la vía que permanece cerrada desde hace 6 años tras los deslizamientos de la ladera de Campo Alegre.

EL HERALDO consultó a la entidad para saber el porqué no habían iniciado los trabajos. Mediante un comunicado enviado a esta redacción, el Invías asegura que actualmente el contrato está en etapa de preconstrucción, la cual tienen previsto que finalice el 24 de julio del año en curso.

En su comunicación, precisa que durante este periodo se ha realizado 'lo concerniente a la revisión, ajustes y actualización de los estudios y diseños para la estabilización del sitio crítico El Rubí, así como para el mejoramiento de la carrera 38 entre calles 109 y 82 y calles 45 y 30'.

También –afirma– se ha realizado la socialización del proyecto con las comunidades de la zona y los trámites ante las entidades gubernamentales como el Departamento Administrativo de Medio Ambiente, Damab, y la Secretaría de Movilidad.

Asimismo, el Invías explica que no se puede hablar de retrasos en las obras porque la etapa de preconstrucción tiene una duración de 6 meses y se inició el 25 de enero pasado.

Indica, además, que el 15 de junio es una fecha que se había proyectado inicialmente porque 'no se había pensado en el trámite de los permisos correspondientes', pero que 'ya se están haciendo las gestiones necesarias, por lo que prevé que inicien los trabajos en los próximos 5 días', es decir la próxima semana.

Una fuente cercana al proyecto aseguró a este medio que el problema radica en que faltan los permisos de la autoridad ambiental y 'por resistencia de algunos vecinos cercanos a la obra'.

El proyecto. El contrato de la obra, que debe ejecutarse en 48 meses, tiene un valor de $90.383 millones y la interventoría vale $6.999 millones.

Según el plan de ejecución, en primer lugar se trabajará en la estabilización el sitio crítico y posteriormente procederá con las actividades de recuperación y apertura de la carrera 38. Los diseños están siendo terminados por parte del contratista para luego ser revisados por la interventoría.

Por su parte, el secretario de Infraestructura, Rafael Lafont, informó que ya se adquirieron los predios que se requieren para la ejecución del proyecto, algunos pertenecen al Distrito.

Piden celeridad. Los Habitantes de la carrera 41 con calle 83A, quienes viven en inmediaciones de la carrera 38, dicen estar desesperados porque no comienzan las obras y piden celeridad en los trabajos.

Pedro Romero, habitante del sector desde hace 23 años, comentó que 'estaba esperanzado en que el 15 de junio entraran las máquinas, pero me sentí decepcionado al ver que pasó la fecha y no habían ingresado a la zona'.

Calificó de ridículo el argumento de una resistencia civil, porque sus vecinos lo que quieren es que empiecen prontamente las labores para que sea habilitado el paso vehicular y así disminuya la inseguridad en su vecindario.

'Vivimos encerrados, ni siquiera salimos por temor a que nos vayan a robar. Justo hace pocas horas había un joven con un cuchillo esperando al primer pendejo que se metiera por acá', contó Romero.

Su opinión fue respaldada por 5 vecinos más que afirmaron vivir en una constante zozobra y que la carrera 38 se ha convertido en un 'basurero'.

siguen deslizamiento. De acuerdo con las declaraciones de los habitantes de este sector, otra situación que les aqueja es del continúo deslizamiento de las tierras, por lo que han tenido que hacer arreglos en sus viviendas.

'Siempre tengo que estar arreglando mi casa porque salen grietas en los pisos y en las paredes, porque el terreno sigue moviéndose', comentó Fanny Giraldo.

Augusto García Corrales, otro habitante del sector que vive en un conjunto residencial con 25 familias más, aseguró que han seguido los deslizamientos de la tierra porque 'han salido fisuras' y la pared de la fachada del lugar, que en un momento fue remodelada, ya está inclinada.