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Un predio ubicado en el área rural de Pivijay, extinguido en la década de los 80, le fue devuelto a Ana Elisa Vives Restrepo, esposa de José Rafael Abello Silva, conocido como el ‘Mono’.

La diligencia judicial se realizó tras la emisión de una sentencia proferida por Juan Carlos Bonett Pérez, el juez primero promiscuo de Pivijay, quien en su providencia contempla que esos bienes no tienen nada que ver con los negocios ilícitos de su esposo, señalado de liderar el llamado cartel de la Costa desde la década de los 80.

Un juez del estado de Oklahoma, Estados Unidos, acusó al ‘Mono’ de ser socio del poderoso cartel de Medellín. En 1989, Abello fue extraditado y tras pagar una condena de 18 años, regresó a Colombia, en julio de 2006.

El llamado ‘Teatro Tayrona’, en Santa Marta, la finca Santa María del Mar-Aguas Claras, en la zona conocida como Pozos Colorados, dos apartamentos en El Rodadero, que también habían pasado a manos de la Nación, hacen parte de la devolución que ordena el juez a Ana Elisa Vives Pérez.

Vives Pérez interpuso una tutela actuando como la supuesta legítima propietaria de los bienes y como agente oficioso de sus hijas María Alexandra y María Cristina Abello Vives.

En su interposición, Vives Pérez, asegura que los predios fueron legalmente adquiridos y que le pertenecen a ella, a sus hijas y a Inversiones Agropecuaria Abello Vives Ltda. Inagravi Ltda., ahora conocido como Agropecuaria los Campanos, Campagro, en liquidación.

Para convencer al juez de que les amparara el derecho al debido proceso, al acceso a la administración de justicia, a la posesión y al patrimonio, anexó tres fallos, emitidos hace 18 años, en los que se ordena que los bienes le sean devueltos.