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Santa Marta. En El Rodadero hay tristeza y pesar entre los vendedores informales, pues su benefactor, James Tovar, el tolimense que se hizo famoso por ser el gestor de la ‘lluvia’ de plata que en agosto del 2013 se registró en el balneario y de repartir arroz a tutiplén en el mismo sector, falleció en una clínica de Barranquilla. Su deceso se produjo el martes a causa de una afección en la garganta.

'El Cacique’, como le apodaban, dejó sin materializar una obra que se comprometió tras su excentricidad y a raíz del llamado de atención que le hizo la Policía del Magdalena por sus actuaciones que desbordaban el orden público en la zona turística: la construcción de un centro de rehabilitación para personas de la calle. (Leer Lanzan dinero desde un edificio en El Rodadero).

Por eso ayer, sus dos mejores amigos, Alfredo Perea y Luis Guzmán, ‘Pelé’, viajaron a Bogotá para de allí trasladarse a El Espinal, Tolima, en donde hoy será sepultado.

'Se nos fue el patrón', dijo apesadumbrado Guzmán, no sin antes rememorar los viajes que les pagaba a él y a un grupo de vendedores de la playa para ir a los festivales más importantes del país, como el de Valledupar; la feria de las Flores de Medellín, la feria de Cali y el festival folclórico de Ibagué.

'Siempre íbamos en combo', anotó Perea.

'Ya no habrá quien mande las parrandas en la playa’, añadió Jesús González, vendedor de gafas y uno de los que aprovechaba la alegría del ‘Cacique’ para emborracharse.

Tovar habría regalado entre 10 y 20 millones de pesos a la gente pobre de El Rodadero y a quienes lograban atajar los billetes que lanzaba desde lo alto de algunos edificios de la carrera primera.

Era un empresario del arroz y confesó que hacía llover plata porque 'estaba de pelea con mi esposa', dijo Guzmán. (Lea también Regresó James ‘Cacique’ Tovar y volvió a ‘llover’ plata, en El Rodadero).