En menos de dos horas, decenas de familias lo perdieron todo en este municipio del Magdalena. Las aguas del río del mismo nombre se metieron a sus casas y los dejaron prácticamente en la calle. Hoy claman la ayuda del Estado y la solidaridad de los colombianos.
El censo preliminar de afectados da cuenta de 3.800 familias, aunque la cifra podría ser superior.
Desde el miércoles nadie duerme en los doce barrios inundados. Muchos se niegan a dejar solas sus viviendas, pero piden que en la atención les den prioridad a los niños.
Las Tablitas, Ariguaní, Chimila, 16 de Julio, Paz del Río, Brisas del Río, La Magdalena, Hawai, El Centro, Villa Fanny, La Esperanza y San Fernando, son algunos de los sectores que permanecen entre el agua.
En medio de la emergencia, sus habitantes no paran en su reclamo a los gobiernos local y departamental. ' Por qué no hicieron las obras de prevención, si meses atrás se había advertido lo que podría ocurrir', coinciden muchos.
'Esto ha sido algo que nos tiene adoloridos. Necesitamos pronta atención', dijo Argemiro Olivera, morador de la calle 2 con carrera 8 del barrio La Magdalena.'He perdido mi nevera y otros electrodomésticos', agregó.
El mercado de Fundación también permanece inundado.
Para Yaneth Moreno, residente en San Fernando, la falta de asistencia del Estado es casi 'absoluta'. 'Esta es la hora (1:00 am) y por aquí nadie ha venido', anotó con enojo.
Jorge Herrera Mancilla, del barrio Hawai, y Francisca Rodríguez, del 16 de Julio, creen que si se le hubiera dado importancia a la magnitud del problema desde cuando comenzó hace cuatro meses, 'seguramente nada de esto estaríamos viendo', añaden.
Ayudas. Una vez registrada la emergencia, una comisión técnica de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), encabezada por su director, Carlos Iván Márquez, visitó las zonas afectadas. Luego de algunas horas, el funcionario presidió una reunión con las autoridades locales.
Allí se acordó enviar el primer paquete de ayuda alimentaria para las 3.80 familias afectadas.
También anunciaron que pondrán en marcha un plan de choque con limpieza del río a través de la maquinaria del Departamento, operarios oficiales y el apoyo de unidades del ejército.
'Lo primero es la asistencia humanitaria', dijo Carlos Iván Márquez, director de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo.
La alcaldesa Luz Estela Durán, manifestó que una buena noticia en medio de tantas malas, es que el Gobierno Nacional se comprometió a ajustar el proyecto de la construcción de un muro de contención, para lo cual el municipio tiene disponible 600 millones de pesos.
Se anunció que el 15 de diciembre próximo el director de la Ungrd, Carlos Iván Márquez, socializará el proyecto ante la comunidad.
La mandataria pidió a sus coterráneos no utilizar esta tragedia para expresar sus odios políticos y reclamó solidaridad.
Diputados del Magdalena como Robinson Morelos, manifestaron que la tragedia 'se veía venir por la falta de previsión y actuación oportuna de las entidades y autoridades competentes'.