Compartir:

El vacío que dejaron 14 personas, entre ellas un menor de edad, al perder sus vidas a manos de los violentos, para sus familias es imposible de llenar.

Sin embargo con el hecho de recibir sus restos mortales y poder darles sepultura es un alivio a su dolor, debido a que ya no serán unos N.N. Ayer, en una ceremonia, la Unidad de Justicia y Paz realizó entrega de los restos óseos a sus familiares.

Procedentes de diferentes partes del Magdalena, uno a uno fueron llegando los dolientes al Centro de Eventos Casa Grande en Santa Marta, esta vez la cita era no para dar declaraciones, ni hacer reconocimientos o pruebas, sino para buscar darle cierre a un capítulo lleno de tristeza, amargura e impotencia.

'Mi padre no merecía morir así, era un hombre trabajador, campesino y lleno de unos valores que nos trasmitió a todos nosotros sus hijos, hoy en medio de todo esto, debemos seguir adelante, pero pedimos justicia por aquellos que le pusieron fin a su existencia', relató Zenobia, una de las víctimas del grupo Resistencia Tayrona al mando de Hernán Giraldo Serna.

Las víctimas

Los restos óseos que entregaron miembros de la Unidad de Justicia y Paz a través de la Fiscalía de Exhumaciones pertenecían a: Calixto Antonio De la Hoz Ortega, Isaac Enrique Domínguez Pertuz, José Alejandro Pérez Púa, José David Álvarez Orozco, Libardo Toro, Luis Alberto Peña Peña, Marcelino Hernández Martínez, Neve Jesús Sierra Caballero, Orlando De la Cruz Laños, Orlando Segundo Oliveros López, Ruperto Jiménez Maza, Silvio Segundo Cantillo Manjárrez y Víctor Augusto Movilla Castro. También fue entregado un menor de edad.