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En libertad condicionada podrían quedar los dos directos inculpados en la tragedia del 18 de mayo del 2014 en Fundación, Magdalena, en la que murieron calcinados 33 niños y un adulto, al considerar el Tribunal Superior de Santa Marta que la tipificación del delito variaría en beneficio suyos.

El conductor del automotor, Jaime Gutiérrez Ospino y el líder espiritual de la iglesia pentecostal unida de Colombia, Manuel Salvador Ibarra, presos en la cárcel La Modelo de Barranquilla, llegarían a un preacuerdo con la Fiscalía, luego de que la alta instancia judicial definiera que en el siniestro no se configuró el delito de homicidio simple con dolo eventual en concurso homogéneo y simultáneo, sino el de homicidio culposo.

Según el concepto del tribunal los procesados no tuvieron intención de causar la tragedia.

Así las cosas, los detenidos por este nefasto suceso que enlutó al mundo, tienen vía libre para llegar a un preacuerdo con la Fiscalía, algo que desde que fueron apresados estaban buscando.

Según se indicó, Jaime Gutiérrez y Manuel Salvador Ibarra podrían quedar libres o pagar una pena mínima de seis años. Si el delito que se le imputara fuese el de homicidio simple con dolo eventual la pena sería de 30 años.

El preacuerdo llevaría implícito una disculpa pública que se ofrecería al momento de la individualización de la sentencia ante el juez.

En septiembre del 201 La Fiscalía General de la Nación formalizó ayer ante el Juez Único Penal del Circuito de Fundación, Alfonso Saade, la imputación de cargos en la modalidad de homicidio simple con dolo eventual en concurso homogéneo y simultáneo, contra el chofer Jaime Gutiérrez Ospino y el líder evangélico, Manuel Salvador Ibarra, acusados como responsables de la tragedia de Fundación, Magdalena, en la que 33 niños y un adulto murieron al incendiarse el bus en que se movilizaban.

En audiencia celebrada en el Palacio de Justicia de Fundación, el fiscal delegado en lo penal, Ronald Calderón, pidió igualmente una pena de 44 años para los indiciados, al considerar que en el hecho hubo un concurso de delitos de los cuales ninguno de ellos puede ser exonerado.

Explicó que tanto el chofer como el líder espiritual, eran 'conscientes' y sabían lo que podría ocurrir con la manera como manipularon el bus. La Fiscalía sostiene que la imprudencia con ocasión de la muerte de los niños fue de tal grado, que se asimila a la situación de que la conducta se hubiese realizado con 'intención'.