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El Parque del cementerio San Rafael, de Ciénaga, fue tomado por 19 indígenas Yukpas, que llegaron procedentes del Cesar quizás en busca de alimentación y un mejor porvenir. El gobierno municipal asumió con ellos un compromiso social.

Establecidos en el viejp parque, los aborígenes se encontraban en precarias condiciones. 'Se les veían con caras de miedo y hambre, especialmente a los niños', dijeron vecinos del sector.

Fueron precisamente estas personas las encargadas de dar aviso a la Alcaldía y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para que asumieran su compromiso institucional. Fue así como el secretario de salud, Edgar Nuñez Palma y el titular de la cartera política, Julio David Alzamora, se apersonaron del caso.

Tras dialogar con los aborígenes los condujeron hasta el hospital San Cristóbal, donde fueron valorados por médicos, psicólogos y nutricionistas.

Los indígenas carecen de identifiación por tanto funcionarios de la Registraduria se trasladaron a el centro asistencial y allí iniciaron un proceso de cedulación en adultos y tarjetas de identidad en menores.

Los más pequeños emprendieron un tratamiento nutricional a cargo de especialistas del ICBF. 'Una vez que se entregue un diagnóstico médico realizaremos la atención de fondo', anotó el defensor de familia del bienestar familiar, Fabio Caballero Argota.

La administración municipal de Ciénaga adelanta las gestiones para ver la posibilidad de que el grupo de Yukpas sean recibidas en la casa Indígena de Santa Marta.

LOS YUKPA

Los Yukpa son un pueblo amerindio que vive en la Serranía del Perijá a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela.

El territorio de los Yukpa se extendía desde el valle del río Cesar hasta el lago de Maracaibo . Los suelos de sus tierras fueron reducidos por la práctica de la minería industrial, lo que ocasionó durante el siglo XX fenómenos de desnutrición aguda masiva, que provocaron múltiples casos de enanismo, que ya no se presentan al estar recibiendo las comunidades ayuda alimenticia estatal.

Sin embargo, el territorio Yukpa sigue amenazado por la explotación de carbón y por la colonización para la siembra de coca y otros cultivos ilegales.