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Con plegarias para los 33 niños que fallecieron en el siniestro de Fundación, Magdalena, y con un llamado a los adultos del deber que tienen en el cuidado de sus hijos, el sacerdote Ricardo Quintana, de la iglesia María Auxiliadora, presidió una eucaristía en la sede Antonio Nariño de la IED Fundación, donde estudiaban la mayoría de las víctimas.

Fue un acto conmovedor, en el que maestras y alumnos unieron sus manos y pidieron a los 33 ángeles que desde el sitio privilegiado que hoy ocupan en el cielo, protejan a quienes desde la tierra oran por ellos.

'Lo que más le pido a los padres es que, por favor, estén pendiente de sus hijos; díganles que los aman y enséñenles valores', dijo la docente Carmen Montenegro.

Culminada la ceremonia religiosa y guiados por la coordinadora del centro educativo, Sofía Berbén, 33 estudiantes marcharon hacia el monumento que se instaló en honor a sus compañeritos fallecidos, y allí cada uno deposito una flor al pie de las imágenes de los niños.