A más tardar en un mes, la misión de asesoramiento Ramsar, que evalúa la situación ambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta, entregará sus conclusiones al Gobierno Nacional.
El grupo de expertos, liderados por la consejera principal para las Américas de la Convención Ramsar, María Rivera, y del cual hacen parte el chileno Manuel Contreras y el mexicano Alfonso Rivera, cumplieron una agenda de tres días, atendiendo de esta manera el llamado del Estado colombiano.
'Ver y escuchar'
En este sentido, se reunieron en mesas de trabajo con instituciones comprometida con el complejo estuarino, con pescadores, campesinos e indígenas y con ONGs vinculadas al proceso de recuperación de este espejo de agua. Igualmente realizaron un sobrevuelo y recorrieron el área por vía marítima y terrestre.
Los expertos internacionales no entregaron declaraciones a la prensa y manifestaron que su misión era 'ver y escuchar'.
Pese a la negativa de dialogar con los periodistas, se pudo conocer de voz de la presidenta de la comisión, María Rivera, durante su intervención en un panel, que el propósito de su visita es 'proveer al gobierno colombiano con una serie de recomendaciones que puedan ayudarle a solucionar la problemática de la Ciénaga Grande de Santa Marta'.
'Somos un instrumento de apoyo y no un órgano punitivo donde hayan sanciones por incumplimiento de los objetos de la Convención', explicó.
La experta se mostró complacida con el aval que dio Colombia para que pudieran venir y señaló que en un mes, aproximadamente, se estaría remitiendo el informe de la evaluación al Gobierno Nacional.
Recalcó que 'el propósito de la misión no es reemplazar la experiencia que hay en Colombia, sino hacer una mirada desde lo externo'.
La comisión asesora Ramsar fue enterada de las acciones que en defensa de la Ciénaga Grande están realizando las diferentes instituciones, sin embargo, en la última mesa de trabajo, escucharon con atención el pronunciamiento de Gelber Zapata, director de asuntos territoriales de la confederación indígena tayrona, quien denunció hambre y desnutrición en la población palafitica.
El líder aborigen pidió que se decretara una medida cautelar en el complejo lagunar para que se tomen las acciones correctivas del caso y se señalen responsables del deterioro ambiental y la crisis social.
'Aquí hubo masacre de gentes, los espacios territoriales de los municipios ya tienen dueños, me toca reclamar por los peces que se murieron', anotó.
Denunció el envenenamiento de las aguas de la Ciénaga y el alto grado de hambre que hay. 'Cuando un niño indígena muere por desnutrición hay un boom noticioso, pero cuando es un niño de la Ciénaga no pasa nada', expresó.
Zapata dijo que de las mesas institucionales guardaba las esperanzas de que se dijeran cosas diferentes a las que se han dicho todo el tiempo. 'Todavía estamos en el escenario que todos tenemos que aportar', puntualizó.