Tras el avistamiento de un caimán aguja el pasado domingo en una de las playas del parque Tayrona, el jefe de este sitio turístico manifestó su alegría por la presencia de los reptiles.
'Que se vean caimanes en las playas en una buena señal para el parque Tayrona, eso indica que estamos haciendo las cosas bien en cuanto a conservación y preservación de especies', asegura Jhon Jairo Restrepo, jefe del parque natural Tayrona.
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Y es que en este lugar de Colombia, uno de los parques naturales más visitados del país, habitan dos especies:
La Babilla (Caiman crocodilus fuscus) y el Caimán Aguja o del Magdalena (Crocodylus acutus). Este último, el visto por los turistas.
'La Babilla pertenece a la Familia Alligatoridae y el Caiman Aguja a la Familia Crocodylidae', afirma Nidia Farfán Ardila, bióloga de la Corporación NaturalSIG de Santa Marta, que trabaja en la investigación y conservación de estos animales.
Según Restrepo, en la actualidad existe un aproximado de entre 8 y 10 caimanes en el parque (con base en datos de avistamientos), mientras que de las babillas no se tienen cifras exactas.
'Es más común ver caimanes en el sector de los arrecifes y en la desembocadura del rio Piedras, mientras que las babillas, al ser más pequeñas, son más difíciles de hacer seguimiento'.
El número de avistamientos de este tipo de especies han aumentado en los dos últimos años, aunque para establecer una cifra exacta es necesaria la implementación de conteos nocturnos en todo el terreno del parque.
'Los sectores donde se han registrado avistamientos de caimanes y babillas en el área protegida son: Los Naranjos, Castilletes, Cañaveral, Arrecifes y Cinto; siendo Los Naranjos, Cañaveral y Arrecifes los sectores donde se pueden observar más frecuentemente', dice la bióloga Farfán.
El caimán aguja es una especie en peligro de extinción en Colombia, posee una gran importancia ecológica y cultural en el país y de ahí la importancia de su cuidado y preservación.
Ante esto, la bióloga del parque recomienda: 'Mantener un distancia prudente del animal (30 m), no alimentarlos, no tocarlos, no caminar de noche por las playas con presencia de cocodrilos, no nadar en las madreviejas y playas donde se encuentran señales que indiquen la presencia de caimanes, no atacarlos con palos o piedras y no colocar a niños cerca a los cocodrilos para fotografiarlos'.
Así mismo, agrega que los ataques de cocodrilos a humanos son poco frecuentes.
Se recomienda incrementar medidas preventivas como la señalización y la información a los visitantes en la época de reproducción dado que en este momento suelen ser más agresivos y territoriales.
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