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Después de 25 días, cuando un incendio acabó con la vida de cinco niños en El Peñón, sur de Bolívar, familiares, allegados y un gran número de pobladores pudieron sepultarlos en medio de la conmoción y las lágrimas.

Los cadáveres de los menores permanecían en la morgue de Medicina Legal de Barranquilla, debido a que no había sido posible identificarlos de manera oficial por su avanzado estado de calcinación.

Por ello, solo hasta ayer a las 6:15 a.m., arribaron los cuerpos a El Peñón. Los habitantes del municipio que recibieron con pañuelos y globos blancos los cinco féretros, recordaron la tragedia ocurrida a la 1:45 a.m. del pasado 12 de febrero.

Los niños dormían en la humilde casa familiar, en el barrio El Jardín, sector El Campo. Las llamas, al parecer provocadas por un cortocircuito, se esparcieron rápidamente por el inmueble y los cinco no pudieron salvarse de morir.

Las víctimas fueron identificadas como Angie Carolaine, 9 años, y Adrián Jiménez Martínez, 12 años, además de sus primos Luis Miguel Arias Martínez, 5 años, Chaida Ospino Martínez, 7 años, y Víctor Manuel Martínez Arias, 6 años.

Los féretros, acompañados por alumnos de la institución educativa de El Peñón, recorrieron la calle principal del poblado hasta llegar a la iglesia.

Homenaje

La eucaristía se inició a las 10:00 a.m. con la presencia del gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz, quien estuvo acompañado del alcalde de El Peñón, Arling Arias García, y secretarios de los gabinetes departamentales y municipales.

En lo que quedó de la casa donde ocurrió la tragedia, la Gobernación y la Policía les rindieron un homenaje a las cinco víctimas. Las fotografías de los niños fueron ubicadas alrededor del inmueble como símbolo de que los recuerdos de cada uno permanecen intactos.

Tras un minuto de silencio, después de una serenata a cargo de la Policía de Infancia y Adolescencia, el sepelio colectivo fue realizado a las 11 de la mañana. Los habitantes de El Peñón, entre lágrimas y el sudor que corría por sus rostros, les dieron el último adiós a los pequeños.

Ana Iris Martínez, madre del fallecido Víctor Manuel, fue otra de las víctimas de esta tragedia. La mujer murió el 14 de febrero en la Clínica Reina Catalina de Barranquilla, a donde había sido llevada. Tenía quemaduras en 60% de su cuerpo y graves heridas, indicó el parte que entregó Jairo Quiroz, coordinador médico del centro hospitalario.

Llamado a la Fiscalía

El gobernador Dumek Turbay hizo un llamado a la Fiscalía para que se conozca, de manera clara, cuál fue la causa de la conflagración. 'Le he pedido a la Fiscalía General que, rápidamente, nos diga qué fue lo que pasó. Es duro. Son cinco niños. No es cualquier cosa'.

Aunque en la investigación se ha manejado como principal hipótesis un cortocircuito, también se busca esclarecer si el hecho fue provocado por terceros.

'Medicina Legal se tomó todo el tiempo para la identificación final de los niños. El estado en que quedaron no permitía una identificación precisa y tuvieron que enviar las pruebas a Bogotá. Esa fue la demora. Hoy los niños pueden descansar en paz y esta comunidad también podrá vivir ese duelo', puntualizó.