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Un acto administrativo de Corpamag que autoriza a una empresa bananera el aprovechamiento forestal de 42 hectáreas en el sector de Guachaca alertó a la comunidad de esa zona de la Troncal del Caribe, al considerar que el proyecto a ejecutarse afecta directamente las cuencas de los ríos Guachaca y Mendihuaca y por consiguiente el humedal o madrevieja de los mismos.

Con la resolución 0397 del 26 de febrero de 2016, el ente ambiental autorizó a la compañía Frutera de Santa Marta S.A. (Frutesa) el aprovechamiento forestal de dichas hectáreas en la finca Los Caballos.

En carta que hizo llegar un grupo de moradores de la región al director de Corpamag, Carlos Francisco Diazgranados, le comunican la preocupación por la ampliación de la frontera agrícola en 42 hectáreas y le manifiestan que 'somos vulnerables de lo que ocurra'.

'Expresamos inconformismo ya que no consideramos se hayan cumplido los protocolos establecidos para una adecuada participación social', afirma la comunidad.

Aclaran que 'nuestro interés no es negarnos al proyecto, sino trabajar conjuntamente en la protección, delimitación y apoyo a la realización del plan de manejo de este humedal'.

Corpamag responde

Ante la preocupación comunitaria y las múltiples informaciones que han circulado en redes sociales, Corpamag, explicó que la intervención no hace referencia al área total el predio Los Caballos, que es de 90 hectáreas, sino a 42 hectáreas dentro de cuyos límites fueron identificados e inventariados un total de 248 árboles, en su mayoría piñiques y guácimo.

'El permiso otorgado a la empresa frutera solo se refiere al aprovechamiento forestal y en ninguno de sus apartes autoriza la intervención de humedales ni muchos menos de ronda hídrica, que a pesar de estar dentro de los límites de una propiedad privada, Corpamag tiene la obligación de proteger en cumplimiento de la legislación ambiental', precisó el director Carlos Francisco Diazgranados.

Agregó que en las hectáreas de tierra autorizadas para ser intervenidas por Frutesa S.A., Corpamag constató que históricamente han sido utilizadas para la ganadería, lo que motivó el otorgamiento del permiso para su aprovechamiento forestal con la siembra de banano.

'La empresa además deberá cumplir unas obligaciones impuestas por la Corporación consistentes en el pago de una tasa por aprovechamiento forestal, la siembra de 10 árboles de especies nativas protectoras por cada árbol que sea talado y el traslado de la fauna, si la hay, reubicándola en un entorno cercano que garantice su supervivencia, en coordinación con Corpamag', anotó.

Añadió que para llevar a cabo la tala de los árboles, la empresa Frutesa S.A. deberá concertar con Corpamag el sitio en donde serán sembrados los reemplazantes, los cuales tendrán que ser plantados preferiblemente en la zona del proyecto.

La comunidad de Guachaca precisa que pese al decreto que reglamenta los instrumentos para la planificación, ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas y acuíferos, así como la existencia de una política nacional de humedales, les preocupa que la zonificación de ampliación de la frontera agrícola presentada por Frutesa S.A., 'no está teniendo en cuenta esos instrumentos legales'.

Agregan que con el permiso, se pone en riesgo la oferta de bienes y servicios ambientales de la zona, incrementando la sedimentación y afectando aún más el índice de escasez de agua', indican.

'El proyecto planteado no solo disminuiría la oferta hídrica producto del aprovechamiento forestal, sino que incrementaría aun más la demanda por agua', puntualizan.