En el barrio 11 de Noviembre, al oriente de Santa Marta, las autoridades sanitarias lanzaron la voz de alerta ante la invasión de una las cien especies exóticas invasoras más dañinas en el planeta: el caracol africano. La presencia de este molusco, portador de un parásito responsable de producir enfermedades como la meningitis y la bronquitis, entre otras no menos letales, fue detectada por la Secretaría de Salud del Distrito, hecho que obligó a la activación de los protocolos del caso. Fue así como esta dependencia y su programa de zoonosis, con el acompañamiento de líderes del sector, realizó una jornada especial de erradicación de la especie, habiendo encontrado cerca de 200 unidades en los patios de las casas de dos manzanas. La jornada que fue acompañada por la líder Gladys Sarmiento, presidenta de la junta de acción comunal, permitió además, despejar inquietudes sobre conceptos previos en relación a este molusco, establecer compromisos de sensibilización a la comunidad educativa sobre los focos que propician la aparición de este tipo de animales, como debe ser la erradicación y la construcción de entornos saludables. La Secretaría de Salud Distrital y su equipo de Zoonosis contemplan en su programación igualmente de capacitación a los técnicos por parte del ICA, a los propietarios de vivero, fruteras, jardines y agricultores, para que se formen en el control físico y sanitario frente a este evento y evitar con ello que se siga reproduciendo y ponga en riesgo la salud de la población. La líder comunal Gladys Sarmiento, quien tiene 38 años de vivir en el sector, dijo que en su historia es la primera vez que ve tanto caracol junto. 'Llevamos dos o tres meses con la proliferación de este animal. Hemos detectado niños enfermos, con fiebres y llagas', anotó. Prudencia y precaución La secretaria de salud de Santa Marta, Blanca Rosa Fernández, manifestó que estarán vigilantes al proceso de erradicación y a las campañas de sensibilización a la comunidad y pidió a esta, 'prudencia y precaución'. 'La Alcaldía reitera el llamado, principalmente a los propietarios de viveros, fruteras y jardineras, lo mismo que a los agricultores para que no manipulen los caracoles con las manos y no hagan uso de estos organismos o sus productos para ningún fin', precisó.