El hallazgo de dos cóndores andinos muertos en el Páramo de San Pedro, Sierra Nevada de Santa Marta, jurisdicción de Ciénaga, Magdalena (3.600 metros sobre el nivel del mar), alertó a las autoridades ambientales de la región en razón a que la especie se encuentra en vía de extinción, pero al tiempo porque es emblema del país.
El hecho fue divulgado por el alcalde de Ciénaga, Edgardo Pérez Díaz, quien fue enterado por llamado que le hizo el corregidor de San Pedro. A su vez el mandatario extendió la voz a la Unidad de Parques Nacionales, en espera de que asuman la investigación del caso.
'Cumplimos con el deber de informar a la autoridad competente, pues nos preocupa que se den estas muertes en sitios donde nace el agua', sostuvo el gobernante.
El ejecutivo municipal manifestó que la causa de la muerte de los cóndores no ha sido establecida con certeza, aunque algunas voces de la región sostienen que podría ser por envenenamiento.
Denunció que se está dando presencia de colonos e indígenas en esa zona del Macizo Intertropical y que quizás estarían actuando indebidamente con la naturaleza. 'Hemos conocido que hay quemas forestales para sembrar pasto, pues hay cría de ganado vacuno y porcino', añadió Pérez.
Se conoció que cerca de los cóndores muertos estaba en igual circunstancia una res. 'Esto es delicado', añadió el mandatario de los cienagueros.
Por su parte, Juan Pablo Padierna, habitante de San Pedro y estudiante de ingeniería ambiental, calificó la muerte de estos animales como 'un detonante' del daño ecológico que se le está causando a la Sierra Nevada en el páramo. 'Es un lugar no apto para la agricultura y la ganadería', precisó.
Se refirió específicamente a la presencia de un reducido grupo de indígenas koguis que son los que están cultivando y criando reses y cerdos.
La especie
El cóndor andino o cóndor (Vultur gryphus), es una especie de ave que habita en Sudamerica. Se extiende por la cordillera de los Andes, próximas a ella y en las costas adyacentes de los océanos Pacífico y Atlántico.
Es un símbolo nacional de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, la cataloga como 'especie casi amenazada', ya que sufre la pérdida de su hábitat y el envenenamiento por la ingesta de animales intoxicados o de los propios cebos con veneno colocados ilegalmente por cazadores y ganaderos. Varios países iniciaron programas de reproducción en cautividad.